Top

“Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad” Wiston Churchill.

¿Es difícil ver lo blanco en lo blanco? ¿Es difícil mantenernos optimistas ante la felicidad? ¿Es duro ser positivo cuando todo va bien? La respuesta a todas estas preguntas es obviamente no. Las preguntas anteriores son ridículas tonterías claras pero nos sirve para recordar nuestros momentos tontos y necios de pesimismo.

No cuesta ser pesimista en tiempo de bonanza, el reto es ser optimista en tiempos de estrechez. Muchos seres humanos parecen estar amargados y con una perspectiva sombría del mundo, tienen muchas razones para estarlo de hecho, de hecho, ignorar lo malo es necedad, ignorar al que nos promete vencer al mal lo es aun mas.

¿Qué nos dice la biblia sobre los optimistas? ¿Acaso se encuentra es sus páginas el optimismo? La respuesta es sí y por montones.

Nuestra posición como hijos de Elohim por el nombre de Yeshua El Mesías, nos hace merecedores de un optimismo insuperable. Para cada hijo de Elohim no hay opción en el pesimismo. La biblia dice: “A los que aman a Elohim, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28).

Es sumamente importante centrarnos siempre en lo que Elohim ha dicho en su palabra para hacerle frente a los embates de la vida. Todos los grandes líderes de la biblia en su apogeo fueron optimistas, el rey David dice: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno pues tú estás conmigo”.

¿Por qué es que la gente no puede ser optimista? En el caso de la gente natural, que no cree en Elohim, la razón es que se dejan llevar por el mal que ven sus ojos. Para ellos nada trasciende lo natural y lo real. El ateo Beltrand Rusell dijo: “Todo lo que nos queda es una absoluta desesperación”, la persona natural no entiende las cosas espirituales tal como está escrito:

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Ruaj de Elohim, porque para él son locura y no los puede entender porque se han de discernir espiritualmente” (1a Corintios 2:14). Debido a ello, el pesimismo no es muy difícil en alguien que no cree en Dios. Eso explica porque el incrédulo no es optimista, pero ¿Manda la biblia a ser optimistas? ¿Por qué algunos (la mayoría) creyentes no lo son?

El optimismo es la capacidad de ver positivamente la vida, para el judaísmo el mandato de ser optimistas se encuentra en la primera palabra dicha en el monte Sinaí: “Yo soy YHWH tu Elohim que te saque de la tierra de Egipto”. ¿Qué tiene que ver esto con el optimismo? Si creemos que Dios tuvo el poder para vencer a Egipto y librarnos, creemos que es bueno y poderoso para llevar las cosas y hacerlas trabajar para bien.

De ahí la famosa frase hebrea “gam zu letovah”, también esto es para bien. La primera palabra nos recuerda el mandato de ser optimista. Golda Meyer dijo: “El pesimismo es un lujo que no podemos darnos”, la fe en Elohim es la clave de nuestro optimismo.

Pablo dice, estando en una prisión: “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación” (Filipenses 4:11), pocos versos definen el optimismo de un judío o gentil justo como este. No importa la situación, tenemos que gozarnos en El Señor, pues él hace todo para bien.

¿Por qué algunos creyentes no son optimistas?

1. Nuestro pesimismo se debe a nuestros altos y bajos.
2. Desconocimiento de la palabra de Elohim.
3. énfasis en lo negativo.
4. Desconocimiento de nuestra identidad en Mashiaj.

Admitámoslo, hasta los más grandes tuvieron romances fugases con el pesimismo, ¡Moshe y Eliyahu solicitaron a Hashem que les quitara la vida! Nuestra humanidad y falta de visión espiritual hace esto.

Otro factor es el desconocimiento de la palabra del Eterno, algo más nos llena. Si fallamos en introducir la luz y la alegría de la palabra de Elohim, las tinieblas y la tristeza de afuera nos inundarán. Una manera de vencer nuestra negatividad es el estudio de la Torah.

El tercer factor es la diferencia entre un optimista y un pesimista, el optimista dirá: “estamos cerca”, el pesimista dirá: “aun no llegamos”. En la vida hay cosas buenas y malas “debajo del sol”, si concentramos nuestra atención en lo bueno veremos lo malo como un parásito entrometido.

El último factor es el desconocimiento de lo que soy “En Mashiaj”. En Mashiaj soy “una nueva criatura” (2a Corintios 5:17), “Estoy sentado en lugares celestiales con él” (Efesios 2:6), soy “luz del mundo” (Mateo 5:14), somos “embajadores de Mashiaj” (2� Corintios 5:20), soy “hijo de Elohim” (Juan 1:12) y “nada puede separarme del amor de Elohim” (Romanos 8:39). ¿Cómo podríamos ser pesimistas si recordáramos esto siempre?

El pesimista por más que la luz caiga sobre él, siempre verá tinieblas. Tenemos que aprender a vivir como hijos de Elohim sabiendo que ¿El que no escatimó ni a su propio hijo, como no nos dará con él todas las cosas?

Hagamos frente a la vida sabiendo que no estamos solos pues él ha dicho: “No te dejare ni te desampararé” (Hechos 13:5).

Con bendición
Yitzjak Bonilla Castellanos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *