En la primera parte de nuestro estudio sobre hechos revisamos los factores que causaron el concilio de Hechos 15 así como también una de las narraciones de tiempo de los apóstoles que nos ayudan a comprender el contexto: la conversión de Izates. Habiendo visto los antecedentes estamos capacitados para ver que SI se legisló en Hechos 15 y que NO se legisló ahí.
“Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.”
“Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la Torah de Moshe.”
Había dos puntos en la mesa de discusión aquel día:
1. ¿Es necesario para un gentil ser circuncidado para ser salvo?
2. ¿Deben estos creyentes no judíos, cumplir la ley de Moisés de igual manera que el judío?
Ambos están relacionados e incluso quizás se entrelazaron aquel día. En aquel debate podríamos resumir las dos preguntas a una sola ¿Hashem acepta a los gentiles que se han vuelto de la idolatría como miembros de las naciones o deben de convertirse en judíos? Eso fue lo que estaba en la mesa de aquel día.
Se debe de tener en cuenta que ambas cosas fueron discutidas por los apóstoles pues olvidar una de ellas o imponer otras, causa una distorsión de lo sucedido en aquel momento. Por ejemplo tradicionalmente se ha entendido que este concilio definió si los discípulos de Yeshua (gentiles y judíos) debían de seguir observando la circuncisión y guardando la Torah.
Esta suposición es totalmente contraria al pensamiento apostólico. En Hechos 21:17-25 se narra un acontecimiento ocurrido tiempo después donde claramente ,los apóstoles asumen, que la Torah debe de ser observada por los judíos como un axioma, algo extremadamente obvio.
Cabe añadir también que cuando se habla de mandar a observar la Torah de Moisés, se está hablando de exigir una observancia total de los mandamientos de la Torah al mismo grado del judío. Ellos no estaban pensando en decirles a los no judíos sobre el mandamiento de “no mentir” o de “no robar” cosas que son parte de la conciencia natural de cada ser humano (los filósofos le llaman “ley natural” y también “ley moral universal”. Pablo se refiere a esto en Romanos capitulo 2). Ellos se referían a los mandamientos de la Torah que son exigidos al judío en mayor grado o únicamente a él, como Mezuza, Tzitzit, Tefilim, Shabbat, Kashrut.
Por otro lado, en algunos círculos mesiánicos de nuestros días, se piensa que el único punto que se discutió en Hechos 15 fue si la circuncisión era necesaria para la salvación. Esto hace que algunos círculos tengan la postura conocida como “One Law theology”, dicha creencia afirma que judíos y gentiles tienen igual obligación hacia la Torah. Ellos dicen que lo que los apóstoles legislaron es únicamente que no se debe observar la Torah como medio de salvación. Como vemos, al olvidar uno de los puntos se pierde el contexto inmediato de Hechos 15
De manera que al leer Hechos 15 debemos de tener presente que los apóstoles se reunieron para legislar sobre los creyentes de origen gentil, los puntos que se discutieron era que si era necesario que en algún momento se hicieran judíos por medio de la circuncisión para tener parte en el mundo venidero, y también si era necesario que guardaran toda la Torah como el judío.
Pedro y “el yugo” que no han podido cargar.
“Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?” (Hechos 15:10).
¿Qué era este yugo? ¿Era la Torah? Definitivamente no, a lo que Pedro se refiere es a la creencia que la salvación viene por ser parte del pueblo del pacto (Israel) y mantenerse dentro del pacto cumpliendo los mandamientos. Es obvio que Pedro se refiere a esto porque inmediatamente dice:
“Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.” (Hechos 15:11).
Lo que Pedro está diciendo es algo como esto: “¿Por qué quieren decirles a los discípulos que la salvación es por ser judío y guardar preceptos si ni nosotros mismos hemos hecho bien eso? Lo que nosotros creemos es que es por la gracia de Yeshua que somos salvos”.
Pedro no tiene en mente a la torah en sí misma, sino a la interpretación que dice que la salvación viene por ser judío (miembro del pueblo del pacto) y por guardar mandamientos. Esta postura fue llamada “Nomismo de Pacto” por E.P. Sanders y hay evidencia que era creída en los días de los apóstoles.
De manera que Pedro no está diciendo: “nosotros no hemos podido guardar la Torah como individuos” sino que está diciendo que si la salvación eterna fuera por ser judíos y ser fieles a Hashem, entonces también todas las generaciones del pasado estaban mal puesto que no dieron el ancho. Eso es el yugo que ni él ni sus padres habían podido llevar; ahora en Yeshua Pedro no tenía ese yugo más porque sabía que su salvación venia por su sangre y no por su capacidad de mantenerse observando las normas de la Torah.
Permítanme parafrasear lo que Pedro está diciendo para ver su punto y la importancia del mismo en el concilio: “Hace un tiempo, Hashem me escogió a mí para hablar a los no judíos, ellos siendo gentiles recibieron el espíritu santo de la promesa como arras de redención. El Eterno no hizo ninguna diferencia entre ellos y nosotros, mostrando que los acepto como lo que son: Gentiles. ¿Por qué entonces quieren decirles que la salvación viene por ser judío y observar la Torah? ¿Acaso no nosotros también sabemos que es por la gracia derramada en Yeshua que somos salvos? ¿Nosotros somos salvos por creer que la salvación es por ser judío y guardar torah? ¿No es esto un yugo que no se puede llevar? Antes todos los que estamos aquí sabemos que somos salvos por medio de Yeshua”.
La importancia del comentario de Pedro radica en que Hashem aceptó a los gentiles y les dio la salvación siendo gentiles y antes de siquiera pensar en circuncisión. Además de esto, Pedro y compañía, siendo judíos reconocían que la salvación NO ERA POR SER JUDIO sino por gracia.
Ese fue el argumento de Pedro y sabemos que fue muy consistente. Todos los presentes sabían que era la sangre del Maestro lo que los había purificado y había hecho que Hashem otorgara la salvación del pecado y vida Eterna. Es por medio de él, y no por ser judíos y apegarse al pacto de Israel, que la salvación se obtiene.
Jacobo: su recapitulación, legislación y la frase de la discordia.
Al hablar Jacobo hace lo siguiente:
- Recapitula lo que Pedro ha expuesto diciendo que Hashem ha cumplido lo que hablo por los profetas tomando de ellos pueblo para su nombre. Es decir, no es que tomó gentiles para convertirse en judíos, sino que los gentiles que invocan su nombre son su pueblo manteniéndose gentiles.
- Jacobo cita Amos en la versión septuaginta, famoso por su frase: “los gentiles sobre los cuales mi nombre es invocado”. Es decir, Amos previó de antemano que gentiles, siendo gentiles sin convertirse a judíos, invocarían el nombre de Hashem una vez que el tabernáculo de David se levantará (una alusión a la línea davídica y al Rey Mesías).
- El da una lista de requisitos mínimos para los creyentes de origen no judío que deben observar para poder adorar, en compañía de sus hermanos judíos al Dios de Israel. Estos requisitos son obviamente el paso inicial en su crecimiento.
- Luego Jacobo dice que Moisés “ha tenido desde tiempos antiguos quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo.”
El pueblo de entre las naciones en los días del Mashiaj.
“Y se unirán muchas naciones a El Eterno en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.” (Zacarías 2:11).
“Pasad, pasad por las puertas; barred el camino al pueblo; allanad, allanad la calzada, quitad las piedras, alzad pendón a los pueblos. He aquí que El Eterno hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sion: He aquí viene tu Salvador; he aquí su recompensa con él, y delante de él su obra. Y les llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no desamparada.”(Isaías 62:10-12)
En ambos versos, vemos a El Eterno tomando pueblo de entre los gentiles sin anular a su pueblo físico y primogénito Israel que tiene un rol especial para con El Eterno. En Zacarías, naciones se unen a Hashem mientras EL habita en Jerusalén. De igual manera en Isaías, se levanta pendón a los pueblos (Ver Isaías 11 donde es el Mesías, la raíz de Isaí quien levanta este pendón a los pueblos) y son llamados “Pueblo santo” y a Jerusalén se le llama: “ciudad deseada”.
Ambos pasajes son de los días del Mashiaj y Jacobo los conocía muy bien. El texto de Amos también menciona a Hashem restaurando el reinado de David sobre Israel y haciendo que “los gentiles sobre los cuales mi nombre es invocado” lo busquen.
Mark Nanos apunta bien: “Como gentiles eran bienvenidos (sin circuncisión) pero no como paganos (sin observar la halaja de los gentiles justos)” (Mark Nanos, The mistery of Romans, pág. 173. Traducción libre)
En síntesis, Jacobo está de acuerdo con Pedro, Pablo y Bernabé: El Eterno no requiere que estas personas se conviertan en judíos vía circuncisión para tener parte en el mundo venidero. Ellos eran parte del pueblo celestial del Eterno, injertados en la familia de Abraham, receptores de las promesas espirituales hechas a Abraham.
Por los meritos de Yeshua, la simiente de Abraham, ellos gozaban de vida eterna y eran parte del pueblo de Hashem. En ellos se cumplía lo dicho a Abraham: “En tu simiente serán benditos todos los pueblos (goim) de la tierra” (Génesis 22:18).
¿Nada de Tora, algo de Tora o Toda la Torah?
La primera (mayoritariamente expuesta por autores cristianos tradicionales) dice que Jacobo solamente prohibió eso porque era lo necesario para “tener a los judíos contentos” y así los desligó de toda la Torah y al mismo tiempo mantuvo a los judíos “en paz”. Esta solución no trabaja debido a que los apóstoles prohibieron la fornicación y no creemos que lo haya hecho únicamente para “mantener a los judíos en paz” puesto que es una ley moral clara.
La segunda (propuesta por adherentes de la llamada “One law theology”) dice que Jacobo prohibió esto como el requisito mínimo, con el tiempo, cuando los gentiles crecieran espiritualmente en las sinagogas ellos terminarían de convertirse al conocer paulatinamente todos los preceptos. Esto no puede ser cierto porque en primer lugar, asumiría que Jacobo entonces no estaba de acuerdo con Pedro, Pablo ni Bernabé.
En segundo lugar, va en contra del resto de los escritos apostólicos que enseñan la diferencia de obligación de la Torah en judíos y gentiles, siendo el más claro el de Gálatas 5:3 donde se dice:“Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.” Lo contrario es cierto también: Todo aquel que no está circuncidado, NO ESTA OBLIGADO a guardar toda la Torah.
En tercer lugar, Jacobo no menciona ninguna paulatinidad en la carta que envía a las comunidades. No hay un “no se preocupen con esto en este momento” o “estad tranquilos, algún día ustedes lo harán cuando estén listos”. En lugar de ello tenemos informe que los apóstoles escribieron con respecto a cosas como el voto de Nazareo lo siguiente: “Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto” (Hechos 21:25. énfasis añadido). Por esto la propuesta de One Law Theology simplemente no cuadra con toda la escritura y el contexto histórico
La tercera dice que Jacobo estaba imponiendo sobre los discípulos gentiles lo que se conoce en el judaísmo como “Las siete leyes de los hijos de Noé”. Jacobo omitió los mandamientos obvios que todo ser humano sabe que son malos, incluso la sociedad romana, como el robo, el asesinato, la envidia, el mentir. No era necesario mencionarles a los no judíos que se sometieran a un tribunal de justicia pues estaban sometidos civilmente a sus autoridades y espiritualmente a ellos. Esta postura parece plausible pues reconoce que hay un mínimo requerido que era necesario mencionar explícitamente y que los demás eran, ya sea asumidos, o que se aprenderían después en las instrucciones.
La tercera dice que Jacobo estaba imponiendo sobre los discípulos gentiles lo que se conoce en el judaísmo como “Las siete leyes de los hijos de Noé”. Jacobo omitió los mandamientos obvios que todo ser humano sabe que son malos, incluso la sociedad romana, como el robo, el asesinato, la envidia, el mentir. No era necesario mencionarles a los no judíos que se sometieran a un tribunal de justicia pues estaban sometidos civilmente a sus autoridades y espiritualmente a ellos. Esta postura parece plausible pues reconoce que hay un mínimo requerido que era necesario mencionar explícitamente y que los demás eran, ya sea asumidos, o que se aprenderían después en las instrucciones.
Creo que tanto la tercera como la cuarta postura (o incluso una combinación de ambos) es la que refleja la opinión apostólica sobre cómo debían los gentiles de vivir. Los apóstoles claramente enseñaron dos cosas en Hechos 15 y fueron escritas a las comunidades gentiles:
- No es requerido la circuncisión y por tanto la conversión a judíos para ser salvos.
- Ellos no están obligados a la Torah en la misma medida que el judío. Ellos deben de guardar los mandamientos universales de la Torah (Las leyes de Noaj mas las leyes de la torah que aplican a toda la humanidad).Aparentemente para los apóstoles había mandamientos que eran obligantes para el judío y opcionales para el no judío. Si los gentiles quieren participar de Shabbat, días de fiestas u otras cosas que son parte de Israel pueden hacerlo si lo desean pero no están obligados a ellas.
Conclusión.
Explica cual es la intención del Eterno y como se deben de interpretar las cartas de Pablo: Son la respuesta de cómo los gentiles deben de vivir y su derecho a permanecer como gentiles justos, la circuncisión no es para salvación y ellos están seguros en Mashiaj.
La salvación es por medio de Yeshua nuestro justo Mesías, luego de la salvación debemos de vivir rectamente delante de Elohim andando en sus mandamientos según aplica a cada caso. Los gentiles deben de guardar las leyes universales de la Torah, el judío los mandamientos que aplican al judío, los levitas los que aplican al levita, los hijos de Aarón los que aplican a ellos. Juntos formando una melodía de santidad delante de Hashem para que mande a su Mesías para causar la redención del mundo.
¡Que sea prontamente y en nuestros días!
Con bendición
Yitzjak