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“Si empezamos a cumplir los mandamientos de jesed encontrados en la Torah, un nuevo mundo surgirá.”

“Celebraras para ti la fiesta de Shavuot (semanas), la de las primicias de la siega del trigo”(Shemot [Exodo] 34:22)

Como lo que acontece en el libro de Rut sucedió en esa época, nuestros sabios han decidido instituir su lectura en Shavuot. Sin embargo, hay muchas más razones para su inclusión en la liturgia de Shavuot. En esta ocasión estudiaremos una de las razones: Mostrar la jesed y la integridad contenida en la Torah y su recompensa a los que guardan las mitzvot.

La conversión de Rut fue una conversión dramática, sus palabras resuenan hasta el día de hoy:“Amej ami v’Elohaij Elohay” (Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios) Rut 1:16. El ejemplo de Rut al aceptar al Elohim de Israel, su pueblo y sus leyes es increíble. No había en la superficie ninguna ganancia al convertirse al Elohim de Israel; todo lo contrario, el primer juramento que Rut hace es que moriría donde Noemí lo haría, ¡No muy optimista verdad! La razón por la que Rut lo hizo fue por bondad, en hebreo Jesed.

¿Qué es Jesed?

Jesed es una palabra usada en el judaísmo para actos de bondad, actos inspirados en el amor a otros, algunos han llegado a traducirlo como altruismo. Algunas veces es vertida en nuestras versiones castellanas como Misericordia; sin embargo la traducción más cercana es “Bondad”. Yeshua dijo, que una de las partes más importantes de la Torah era la jesed; leemos que él pronunció las siguientes palabras a algunos perushim (fariseos) de su generación:

“¡Ay de vosotros escribas y fariseos hipócritas! Que diezmáis la menta, el eneldo y el comino, pero dejasteis lo más importante de la Torah: justicia, bondad(Jesed) y la fe”.(Mateo 23:23)

Además, cuando sus discípulos fueron consultados: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?, Yeshua respondió: “Id y aprended que significa: Misericordia quiero y no sacrificio, porque no vine a llamar a justos sino a pecadores”

Yeshua citó las palabras del profeta Oseas quien escribiera:
“Porque bondad (Jesed) quiero y no sacrificio”. (Oseas 6:6)

Una antigua tradición judía dice que el templo fue destruido debido a que la gente no practicaba actos de bondad.

La bondad nos recuerda que el mandamiento de amar a nuestro prójimo debe de ser una realidad en nuestra vida, cada acto que hagamos, cada palabra que digamos, cada pensamiento debe de ser con bondad. De nada sirve tener una vida ritual o “religiosa” si está ausente de actos de Jesed.

En el libro de Rut encontramos mucha Jesed, una de las partes más importantes de la Torah

Jesed en la Meguila Rut (Rollo de Rut)

La práctica de actos de bondad es evidenciada por Rut y Boaz en el desarrollo de la narración. Rut no abandona a su suegra Noemí de pura gracia, sabiendo que no tenía mucho que ganar al estar con ella decidió hacer lo correcto. El hecho de permanecer al lado de una viuda a quien también le faltaban sus hijos era entregarse a una situación económica precaria. Pero ahí tenemos a Rut, sin abandonarla a su suerte, sin irse en el momento más difícil, acompañándola a pesar de todo, renunciando a su pueblo, a sus costumbres y uniéndose a otro pueblo solo por bondad. Tal mujer merece estar en las ancestras del Rey David y como tal del Rey Mesías.

Booz hace también Jesed con Rut cumpliendo un mandamiento de la Torah con respecto a las esquinas de los campos y las espigas dejadas atrás, leemos en la Torah lo siguiente:

“Al segar la cosecha de vuestra tierra, no segarás hasta el último rincón de tu campo ni rebuscarás las espigas de tu siega. Tampoco rebuscarás tu viña, sino que los dejarás para el pobre y para el extranjero. Yo YHWH vuestro Dios”. (Levítico 19:9-10. Versión textual)

El mandamiento de la Torah ordenaba dejar la esquina del campo para el extranjero y el pobre. La intención era siempre proveer de un método de subsistencia a personas que habían caído en pobreza. Todo judío piadoso debía de dejar una esquina del campo. La Mishna (el registro de las tradiciones judías escrito en el año 220 de nuestra era) dice que no había una medida establecida para la esquina del campo (Mishna Pea 1:1), cada uno podía y debía dar libremente con un corazón bondadoso

Esto puede contradecir nuestro egoísmo y nuestra limitada razón, la pregunta surge: “¿Acaso no debería aprovechar la totalidad de mis recursos? ¿Cómo prosperaré si siempre dejo algo para alguien más?” La respuesta parece estar contenida en las últimas palabras del verso de Levítico 19:10: “Ani YHWH Elohehem” “YO SOY EL ETERNO VUESTRO DIOS”. El Eterno sería el encargado de bendecir a aquel que había dado con liberalidad, tal como dice el proverbio: “A El Eterno presta el que da al pobre” (Proverbios 19:17).

Boaz sabía perfectamente esto y siempre decidió confiar en Elohim siendo fiel al mandato. A pesar que podría no cuadrar con la lógica humana, nosotros tenemos un Elohim que es supra-racional, es decir, va más allá de nuestra razón. Su capacidad de bendecirnos va “más allá de lo que pedimos o entendemos” (Efesios 3:20)

Finalmente tenemos al mayor hacedor de Jesed de la historia de Rut y de la historia de la humanidad: El Eterno. El Eterno hizo jesed con Noemí, Rut y Booz. El recompensó fielmente la buena voluntad de los tres. A Noemí dio un niño llamado Obed, A Rut a quien le dio un nombre inmortal dentro del pueblo judío, cambio su pobreza en holgura y engrandeció su casa como la de Rajel y Lea (Rut 4:11). A Boaz, al incansable hacedor de Bondad, le dio el privilegio de ser el ancestro del rey David y del Rey Mesías, el final redentor.

¿Te imaginas un mundo donde todo el mundo hiciera jesed? Un mundo así es posible, de hecho esta prometido en las escrituras hebreas, ese mundo será introducido cuando el Mesías, el descendiente de Rut y Boaz se siente en el trono de David en Jerusalén. Si todos empezamos hoy a amar verdaderamente a nuestro prójimo haciendo jesed, dejando “la esquina de nuestro salario” para ayudar al necesitado, si empezamos a cumplir los mandamientos de jesed encontrados en la Torah, un nuevo mundo surgirí. No tenemos que esperar para que la esfera física del Reino de Elohim (La era mesiánica) se manifieste, nosotros podemos empezar a vivir espiritualmente en ese reino, pues el Mashiaj dijo a los fariseos quienes preguntaban sobre la era mesiánica: “El Maljut Hashamaim (El reino de los cielos) está en medio de vosotros” (Lucas 17:21).

Recordemos a Rut y Booz en este shavuot, pero no solo los recordemos sino que imitemos su bondad para poder acelerar prontamente la venida de nuestro Mashiaj Yeshua por cuya sangre nos ha constituido reyes y sacerdotes.

Hatzalaja!

Con bendición
Isaac Bonilla Castellanos

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