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Como sabemos la obligación de todo hijo de Israel en el día de Yom Teruah es oír el sonido del shofar, aunque no todos deben de tocar el shofar, si todos deben oír el shofar en Yom Teruah. La obligación de la torah para cada uno de los hijos de Israel es hacer una remembranza al sonido de Teruah. La Torah no define como se debe de tocar el shofar, esto fue guardado y desarrollado en la tradición judía y se dice que dichos sonidos tienen un potencial de hacernos volver en arrepentimiento.

¿Cómo es que el sonido del shofar puede causar un deseo de Teshuva en nosotros? En primer lugar nos recuerda del ancestro del pueblo judío, Yitzjak, quien fue atado con suma obediencia. En el momento indicado un carnero fue ofrecido en su lugar y cada vez que tocamos el shofar, la profunda obediencia de los patriarcas y su merito viene a nosotros, invitándonos a renovar nuestra piedad delante del Eterno.

En segundo lugar, nos recuerda el acontecimiento en el monte Sinaí cuando toda la nación del pueblo de Israel escucho las diez palabras juntamente con el sonido del shofar. Debido a que la Torah fue dada al sonido del shofar, el shofar es un instrumento sumamente ligado a la torah y nos recuerda de ella. Toda verdadera Teshuva está ligada con la Torah y con recordar los caminos de donde hemos caído, tal como está escrito: “Zijru Torat Moshe Abdi (Acordaos de la Torah de Moisés mi siervo)” (Malaquías 4:4).

En tercer lugar, la tradición nos enseña que cada toque está relacionado con el proceso interno del arrepentimiento y algunos llegan a decir que es el sonido del “alma arrepentida”. Los toques del shofar son los siguientes:

  • El primer toque del shofar es un solo toque largo llamado “Tekia”. Al ser un solo toque largo, nos recuerda del uno y único soberano de la creación. Nos recuerda su inmenso poder, su reino eterno y su inmensa santidad. El es Santo, Todopoderoso y temible y su nombre inspira reverencia.
  • El segundo toque se conoce como “Shebarim” que viene de la raíz para “quebrar” y tiene relación con la palabra “quebrado”. El toque consiste al menos tres toques largos interrumpidos. Es como si fuera un susurro interrumpido, como un niño que después de llorar suspira con interrupciones. Esto representa algo: Nuestro arrepentimiento y el dolor por nuestro pecado. Después de considerar la increíble presencia de Dios y como nos hemos separado de él, no podemos hacer más que llorar y tratar de enmendar todo nuestro daño y nuestros errores. Podemos decir juntamente con el salmista: “Los sacrificios de Elohim son el espíritu quebrantado; (hb Nishbara) Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú oh Elohim”(Tehilim [Salmos] 51:17).
  • El tercer toque es Teruah, una serie de sonidos cortos (9 como mínimo) tocados uno seguido inmediatamente del otro. A este toque también se le llama “alerta” o “alarma” (Números 10:5) y nos habla de la prisa que tenemos que tener para volvernos a Hashem. Nuestro arrepentimiento es algo que no puede esperar, nuestro pecado ha dañado a nuestros hermanos o ha afectado la armonía de nuestra relación con El Eterno por lo que debemos de darnos prisa en volver. Tal como Lot debemos “darnos prisa” (Génesis 19:22) y huir de nuestro pecado y nuestro ambiente maligno.

De manera que el shofar debe de ser recordatorio de por lo menos estas cosas. La atadura de Yitzjak, la revelación de la Torah y la urgencia de volvernos a Hashem, El rey del universo, con un corazón quebrantado. Hashem esta siempre pendiente al arrepentimiento de su pueblo, adicional a eso, el instituyó en esta fiesta que oyéramos el shofar para hacer remembranza de estas cosas. Si guardamos la festividad con un corazón noble, el hará “remembranza” de nosotros, tal como se dice en los profetas:“Volveos a mí y yo me volveré a vosotros” (Zacarías 1:3)

Con bendición
Isaac Bonilla

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