La Parashá de la semana pasada (Bereshit) finaliza diciendo: “Noaj halló gracia delante del Eterno” (Bereshit 6:8) ¿Qué es gracia? Y ¿Quién es Noaj? Son preguntas que darán rumbo al estudio de esta semana. La primera pregunta será la introducción de nuestra Parashá; y la segunda pregunta será contestada en el desarrollo del estudio de esta semana.
Entonces comencemos dándole repuesta a las preguntas: ¿Qué es gracia? Y ¿Qué es hallar gracia delante del Eterno? En primer lugar, la palabra que traducimos como “gracia” viene de la palabra hebrea “jen” que puede significar: “favor” o “bondad”, la encontramos con más frecuencia traducida como “gracia” en la famosa frase “Si he hallado gracia a tus ojos”:
“Si he hallado gracia a tus ojos” (Bereshit 30:27)
“Si he hallado gracia ante tus ojos” (Shemot 33:13)
En los dos ejemplos que hemos expuesto podemos ver un factor común, ambos buscan el favor del otro. Labán buscaba el favor de Jacob y Moshé buscaba el favor del Eterno. Esta podría ser la definición etimológica de la palabra hebrea “Jen” o de la palabra griega “Járis”. Esta definición tiene una figura que se expresa y ejemplifica, y esto es cuando un rey extiende el cetro y hallamos gracia o favor delante de sus ojos, y concede nuestra petición; por ejemplo, cuando Ester encontró gracia delante del rey y este le extendió el cetro: “Y cuando el rey vio a la reina Ester de pie en el atrio, ella obtuvo gracia ante sus ojos; y el rey extendió hacia Ester el cetro de oro que estaba en su mano… el rey le dijo: ¿Qué te preocupa, reina Ester? ¿Y cuál es tu petición?” (Ester 5:2-3 LBLA; ver también Nehemías 2:5-9)
Entonces la gracia expresa el concepto de la bondad o el favor dado a alguien, por ende, la gracia es el favor que encontramos o recibimos, y este favor puede ser dado por una persona o por el Dios de los cielos. Con este concepto en mente podemos entender lo dicho por Rabí Shaúl: “Por gracia sois salvos” (Efesios 2:8).
Entonces la gracia es el favor que encontramos delante del rey del universo el cual nos perdona, nos acepta, nos da vida y nos salva de la ira venidera (Romanos 5:10). La Torá dice que Noaj halló gracia delante del Eterno y en la porción de esta semana vemos como él y su familia fueron salvos del castigo que el Eterno envió a todo el mundo, y solamente él y su familia hallaron gracia delante de Dios y fueron salvas del juicio que se derramó sobre toda la creación; todo ser el cual había aliento de vida pereció, porque la tierra se había contaminado y el castigo fue derramado.
“Estas son las generaciones de Noé. Noé era un hombre justo, perfecto entre sus contemporáneos; Noé andaba con Dios. Y Noé engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet. Y la tierra se había corrompido delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. Y miró Dios a la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. Entonces Dios dijo a Noé: He decidido poner fin a toda carne, porque la tierra está llena de violencia por causa de ellos; y he aquí, voy a destruirlos juntamente con la tierra.” (Bereshit 6:9-13 LBLA)
Como cuestionamos al principio del estudio ¿Quién es Noaj? La Torá lo presenta con los elogios más grandes, los rabinos notan que es uno de los pocos personajes a los cuales las Escrituras dan tantos halagos, como lo menciona el inicio de nuestra Parashá: Noaj ish tsadik tamim (Noaj varón justo y perfecto). La Torá hace un recuento de las generaciones desde Adam hasta Noaj, las cuales fueron diez. Este varón llamado Noaj, es catalogado por la Torá misma como “Justo y perfecto”, el cual, por causa de esta rectitud, fue salvo en medio de su generación perversa. El Eterno decide borrar de la faz de la tierra a esta generación, por medio del diluvio, pero Noaj halló gracia delante de Él y Noaj y su familia son salvos del juicio.
La historia de Noaj es bien conocida, pero aun así Noaj es una personalidad difícil de comprender. ¿Cuál fue la naturaleza de la rectitud de Noaj? La descripción de Noaj como un hombre recto e íntegro en su generación, ha suscitado muchos comentarios. ¿Por qué la limitación “en su generación”? esta “limitación” ha hecho que los sabios (jajamim) adopten dos posturas con respecto a la justicia de Noaj. Para algunos rabinos esto significa que Noaj únicamente era justo en comparación con su generación (en otras palabras, en otra generación más justa, Noaj no hubiera sido tan elogiado), para otros rabinos, esta frase significa que Noaj era justo a pesar de la generación, esto es, que en otra generación hubiese sido incluso más justo.
Veamos los comentarios de los rabinos:
Comentarios que consideran a Noaj siendo justo a pesar de su generación:
- “Noaj era un hombre extraordinario, un tsadik (justo) cuya rectitud sostenía al mundo entero. Tres tsadikim (justos) constituían la formación del mundo entero: Adam, Noaj y Abraham.” (Midrash shojer tov 34:1)
- “Estas son las generaciones de Noaj: Noaj fue un hombre justo, y perfecto en su generación. Yohanán dijo: En su generación, pero no en otra generación. Resh Lakish sostenía: (Aún) en su generación – cuánto más en otra generación.” (Talmud babli Sanedrín 108a)
- “A Noaj es posible aplicarle el texto (Tehilim [Salmos] 1:1) “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, no se detuvo en camino de pecadores, ni se ha sentado en silla de escarnecedores”. A pesar de la permisividad prevaleciente en el comportamiento ético y moral, sus propios antecedentes eran impecables. No se permitía a sí mismo ser influenciado por sus pares. Se sometió a la humillación de parecer como ridículo ante las tres generaciones en las que vivió- la Generación de Enoc, la Generación del Diluvio y la Generación de la Dispersión- y se mantuvo inmutable en su servicio a Hashem. El respetó fielmente las seis mitzvot que Hashem le ordenó a Adam.” (Midrash Bereshit Raba 26:1)
Comentarios que consideran a Noaj siendo justo solo comparado con su generación:
- “¿Qué es lo que Dios le contestó a Noaj cuando él dejó el arca y vio el mundo destruido? Él (Noaj) comenzó a llorar ante Dios y dijo: “Señor del universo, Tu eres llamado misericordioso. Tu tendrías que haber sido misericordioso con Tu creación”. Dios le respondió diciendo: “Tu eres un pastor tonto. Ahora dices eso. ¿Por qué no has dicho esto en el momento que Yo te dije que veía que eras recto en tu generación, o luego cuando Yo dije que traería un diluvio sobre las personas, o luego cuando ordené construir un arca? Permanentemente iba demorándome y dije: ¿Cuándo es que él (Noaj) pedirá misericordia para el mundo? ¿Y ahora que el mundo está destruido, tu abres la boca para llorar frente a Mí y suplicarme?”” (Zohar Hashmatot, edición Margaliot Bereshit 254b)
- “La Torá describe a Noaj como un tsadik, (5:9) “perfecto en su generación”. ¿Qué nos sugiere este último agregado? Nos enseña que Noaj era justo únicamente en relación con los de su generación. Si hubiese vivido en los tiempos de Moshé o de Samuel no habría sido considerado virtuoso. “En el país de los ciegos el tuerto es rey”. Un hombre tenía una bodega de vinos. Un día bajó hacia allí para llevarse un poco de vino y descubrió que su vino se había transformado en vinagre. Caramba- murmuró mientras abría un barril tras otro y los encontraba ácidos. – Se echó todo a perder. Al final descubrió un barril que estaba sólo medio ácido. Este está sensacional- exclamó – comparando con el resto, podía considerárselo bueno. De la misma forma, Noaj es llamado tsadik comparado con su generación perversa.” (Midrash Bereshit Raba 30:10)
Estas son los diferentes comentarios que los rabinos dan sobre Noaj. El Eterno a través del profeta Ezequiel lista a Noaj como un hombre muy justo, junto a Daniel y Job:
“Y aunque estos tres hombres, Noé, Daniel y Job, estuvieran en medio de ese país, ellos, por su justicia, sólo se salvarían a sí mismos–declara el Señor DIOS. Si yo hiciera pasar por la tierra fieras y ellas la despoblaran, y se volviera desolada sin que nadie pasara por ella a causa de las fieras, aunque estos tres hombres estuvieran en medio de ella, vivo yo–declara el Señor DIOS–, ni a sus hijos ni a sus hijas podrían salvar; sólo ellos se salvarían, pero el país quedaría desolado.” (Ezequiel 14:14-16 LBLA)
Esto nos da pie a concluir que no solamente en su generación Noaj era justo, sino que también en el tiempo de los profetas Daniel y Ezequiel (605-539 AEC Aprox.) Noaj hubiera seguido brillando como un hombre justo. Sin embargo, es bueno señalar que por su justicia no hubiera librado a su familia de haber vivido en la generación del exilio babilónico.
Los escritos apostólicos también nos señalan que Noaj pregonó sobre el juicio venidero, tal como está escrito:
“Tampoco perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, y trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos” 2ª Pedro 2:5 RV95)
Noaj anunció el juicio venidero a sus contemporáneos, sin embargo, por alguna razón careció de la influencia necesaria para hacer un impacto, además de esto, no vemos a Noaj intercediendo por su generación al estilo de Abraham y de Moisés. Noaj era un gran justo, pero por alguna razón le faltó liderazgo. Este nuevo nivel tendría que esperar a Abraham avinu.
Sería bueno que nos preguntáramos: ¿Qué estoy haciendo por mi generación, estoy anunciando las buenas nuevas de salvación o simplemente veo con tristeza y desdén como este mundo se va al precipicio de su concupiscencia?
Para finalizar es interesante ver que la palabra “teváh” es usada únicamente en dos ocasiones: en la narración del diluvio, cuando el Eterno ordena a Noaj construir el arca (Tevá o Teváh) y en Shemot 2:3 para designar la “cesta” (tevá) que la madre de Moshé utilizo para ponerlo en el rio y evitar que se hundiera en las aguas del Nilo. Si somos acuciosos notaremos que, en los dos casos, la tevá cumple la misma función: En el primero, salva de la muerte a Noaj y a su familia de una muerte segura bajo las aguas del diluvio; y, en el segundo, salva al que sería el redentor del pueblo de Israel.
El término hebreo que se ha traducido como: arca (Bereshit 6:14) y cesta o canasta (Shemot 2:3) es la palabra: tevá o teváh. Tevá también puede ser traducido también como: “palabra”. Esto nos puede enseñar que para la salvación del mundo en el tiempo de Noaj se necesitó una “tevá”; en los tiempos de la opresión de Egipto se necesitó otra “tevá” para salvar al redentor del pueblo de Israel. En nuestros tiempos también necesitamos de la “Tevá” la palabra de Dios que se hizo hombre, nuestro Santo Maestro Yeshúa en quien tenemos redención, perdón de pecados y salvación.
Yeshúa es la palabra de Dios (“Logos” en griego; “Dabar” en hebreo; y “Memra” en arameo), las Escrituras lo llaman así: La Palabra. Por Ejemplo, Juan lo llama: La palabra de Vida (1 Juan 1:1). Solo en Yeshúa podemos encontrar vida, por nuestra fe puesta en su sacrificio nosotros pasamos de muerte a vida; pasamos de estar muertos en delitos y pecados a ser limpios por la sangre de Yeshúa (1 Juan 1:7).
Así está escrito, no podemos tener salvación en ningún otro nombre, solamente en “La Memra Hashem” (la palabra de Dios) que se manifestó para que seamos salvos de la ira venidera, como bien lo dijo Pedro: “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.” (Hechos 4:12)
Nuestra fe y esperanza va más allá de nuestra salvación personal, también en el tiempo futuro Yeshúa vendrá con poder y gloria y vencerá al reinado del mal y su manifestación será gloriosa; cuando de inicio a la redención final, como lo describen las Escrituras:
“Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco. El que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, en su cabeza tenía muchas diademas y tenía escrito un nombre que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre y su nombre es: La Palabra de Dios. Los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, lo seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro. Él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores” (Apocalipsis 19:11-16 RV95, énfasis añadido)
Esta es nuestra fe y en Él esperamos, en la Palabra de Dios que vino y vendrá a reclamar el trono de David y reinará durante mil años, sobre todas las naciones. Esta es nuestra fe y nuestra esperanza y esta esperanza no avergüenza. Amén
Bajo las alas del Dios de Israel
Francisco Hidalgo