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29 Oct, 2018

Azarías, Misael y Ananías: Ejemplos de fidelidad al Eterno.

Sin duda alguna, la mayoría de nosotros ha escuchado su tenacidad, su valor, su resolución, su compromiso y su enorme fe. Quizás la historia de estos tres judíos es una de las más famosas de la biblia y sin lugar a duda, una de las más fascinantes e inspiradoras. Horno de fuego preparado con una calor elevado siete veces más; pero ahí tenemos a los héroes de la fe, con su fe elevada “setenta veces siete”. Estamos hablando de Azarías, Misael y Ananías, también conocidos como “Sadrac, Mesac y Abed Nego”.

Leemos su historia en los primeros capítulos del libro de Daniel, y con más detalle en el capítulo 3 del mismo. Un solo capitulo nos enseña tantas cosas de estos titanes aclamados como “Héroes de la fe” por judíos y cristianos. Leemos en la escritura lo siguiente:

“Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá. A éstos el jefe de los eunucos puso nombres: puso a Daniel, Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed-nego.” (Daniel 1:6-7)

Estos hombres fueron llevados cautivos por Nabucodonosor en el año 606 AEC y en Babilonia fueron mudados sus nombres. Sus nombres originales tenían importantes significados del Dios de Israel, los nombres que les pusieron contenían alusiones a dioses babilónicos, como vemos a continuación en la siguiente tabla

 

Nombre Original Significado Nombre impuesto Significado
Ananías “El Señor da gracia” Sadrac “Iluminado de Aku”
Misael “¿Quién como Dios?” Mesac “¿Quién como Aku?”
Azarías “El Eterno es mi ayuda” Abed Nego “Siervo de Nebo”

Claramente el cambio de sus nombres tenía la intención de cambiar sus identidades y convertirlos en babilonios en costumbre, idioma y fe. Sin embargo, como la historia lo revelará, los esfuerzos del jefe de los eunucos fueron totalmente insuficientes con estos hombres del Eterno.

Un cambio de nombre no pudo generar en ellos un cambio de Dios, un simple Jefe de eunucos no iba a cambiar en ellos, la fe en El único Dios verdadero. Sus almas estaban fielmente apegadas a él y no permitirían desviarse de su camino para adorar otros dioses. Lastimosamente, estos tres varones estaban a punto de pasar la prueba más tormentosa de sus vidas. Si el exilio y el haber sido separados de su familia y su pueblo, no había sido suficiente, Nabucodonosor sometería su fe a la prueba de fuego, ¡literalmente hablando!

Leemos en Daniel 3 como Nabucodonosor levantó una imagen de 60 codos con el único propósito de que la imagen fuera adorada. La orden del rey era que “al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado; y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo.” (Daniel 3:5-6).

Todos lo hicieron y se postraron a la imagen que Nabucodonosor había levantado, a excepción de aquellos judíos que se habían quedado sin adorarla. El reporte llego a Nabucodonosor quien mando a traer a Misael, Azarías y Ananías para inquirir en el asunto. Nabucodonosor daría a los tres jóvenes judíos una “segunda oportunidad” diciendo:

“Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos?” (Daniel 3:15).

Con una respuesta increíble que deja a Nabucodonosor iracundo por la impertinencia de los tres hombres, pero que nos deja atónitos a nosotros por su fidelidad, los tres jóvenes responden:

“No es necesario que te respondamos sobre este asunto.” (Daniel 3:16).

Lo que ellos quisieron decir es “no hay ni siquiera que pensar mucho en lo que dices. Para nosotros no hay una segunda opción. ¡Obviamente preferimos ser tirados al horno y permanecer fieles a nuestro Dios!” Su fidelidad al Eterno era tan grande, que ellos ni siquiera consideraron “reflexionar” sobre la petición de Nabucodonosor.

Por causa del honor al Eterno, estos jóvenes rechazaban perder su fidelidad a él y a lo que había mandado en la Torah cuando dijo: “Yo soy El Eterno tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy El Eterno tu Dios” (Shemot [Exodo] 20:2-5)

Su respuesta siguió cuando declararon su fe al Eterno y al mismo tiempo la sumisión a su voluntad:

“He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.” (Daniel 3:17-18).

Nabucodonosor se lleno de ira y mandó calentar el horno de fuego siete veces más para echar a los que se habían sublevado contra su orden. Los tres jóvenes fueron atados y echados en el horno de fuego. Sin embargo algo increíble sucedió ¡El Eterno hizo con ellos un milagro asombroso que dejó a Nabucodonosor estupefacto!

Leemos que él veía en lugar de tres hombres, cuatro hombres que se paseaban libremente por el horno de fuego. Según el talmud, el angel designado para salvarlos, fue ni más ni menos que el ángel Gabriel (Pesajim 118a-b). El mandó sacar del horno a Azarías, Ananías y Misael y esto es lo que pasó:

“Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían.” (Daniel 3:27)

Nabucodonosor aprendió que el Dios de estos tres jóvenes era infinitamente poderoso, el había protegido a aquellos que estuvieron dispuestos a morir por su nombre y en fidelidad a su pacto. Imaginémonos la cara de Nabucodonosor: Sorpresa, confusión y asombro, mientras que en las caras de los tres jóvenes: Gozo, paz y la alegría de haber hecho lo correcto por su fidelidad y haber recibido el galardón en esta vida, y en el mundo venidero.

¿Qué podemos aprender de estos tres jóvenes? Podemos mencionar por lo menos tres grandes lecciones que estos jóvenes nos dan

La santificación del nombre de Dios
Dentro del judaísmo existe un concepto llamado “Kidush Hashem”, que significa “Santificación del nombre de Dios”. Santificar el nombre de Dios es realizar todo lo que está a nuestro alcance para traer alabanza, loor y gloria a su nombre. Por otro lado, profanar el nombre de Dios, es traer mala fama a su nombre, su palabra o incluso a su pueblo. Es algo en donde se tiene que ser muy cuidadoso puesto que profanar su nombre no es cosa ligera.

El “Kidush Hashem” puede ocurrir en cualquier circunstancia de la vida, pero también en la muerte. ¿Cómo es posible santificar el nombre de Dios en la muerte? La manera es siendo martirizado por negarse a transgredir los mandamientos del Eterno. El judaísmo enseña que un hombre puede transgredir todos los mandamientos de la Torah para salvar su vida, excepto tres: Idolatría, inmoralidad sexual y asesinato (Sanedrín 74a). Todo hijo de Israel, debe estar dispuesto a morir, antes de transgredir estos mandamientos.

Los jóvenes en Babilonia estaban dispuestos a morir por santificar el nombre de Dios, y para nunca poder tener la vergüenza de haber sido desleales a su Elohim (Dios).Maimonides comenta sobre ellos: “Y todo sobre quien fue dicho, que se deje matar y no transgreda; y se dejó matar para no transgredir, consagró el Nombre del Eterno. La persona que muere ante diez judíos para no transgredir un mandamiento, ha consagrado el Nombre del Eterno públicamente. Como lo hicieron Daniel, Jananiá, Mishael, Azariá” (Rambam, Hiljot Yesod HaTorah 5:2)

Esto es muy importante para meditar en nuestras vidas: ¿Hemos entendido lo que implica ser un creyente, ya sea judío o gentil? ¿Estamos dispuestos a tener una fidelidad tan ardiente como esta? ¿Dadas las circunstancias, estaríamos dispuestos en dar nuestras vidas por causa del nombre de Dios? ¿Nos parece radical la decisión de estos tres jóvenes? ¿Estando en sus zapatos podríamos hacer lo mismo?

Cuando alguien se quiere convertir en un prosélito “Ger Tzedek” y ser considerado legalmente judío, se le hace saber que no es recomendable que lo haga. El puede ser un perfecto hijo del Eterno, siendo un gentil justo. La sombra del antisemitismo lo perseguirá y deberá estar dispuesto a dar su vida juntamente con el pueblo judío ¿Esta listo para eso? ¿Es su amor al pueblo judío tan grande para esto? ¿Está dispuesto a correr el riesgo y tomar esta responsabilidad de tener que santificar el nombre de Dios incluso en su muerte?

Su plena confianza en El Eterno
Algo que caracteriza a estos tres jóvenes, es su plena confianza y fidelidad en El Eterno, ni siquiera meditan por un momento en las opciones que Nabucodonosor les da, prefieren el horno de fuego antes que adorar a otro Dios. Su fidelidad es inquebrantable y su confianza también. Ante la duda sarcástica de Nabucodonosor: “¿Qué Dios podrá librarlos de mi mano?”, ellos responden: “Nuestro Dios puede hacerlo”. Es aquí donde la verdadera fe es probada, la verdadera fe no es probada en momentos de gozo, en una sinagoga, comunidad, iglesia u otras. La verdadera fe, es probada por sobre todas las cosas, en la adversidad.

Si la fe de estos tres no hubiera sido tan grande, hubieran dudado del poder de Dios, hubieran dudado de sus convicciones, hubieran dudado que valía la pena, pero no. Ellos sabían aquello que fue enseñado por Yeshua de Nazaret: “Para el que cree, todo es posible” (Marcos 9:23)

La aceptación de su voluntad
Algo que me fascina de estos tres jóvenes, es que creen en los milagros pero no perderán su fe, si Dios decide no hacer milagros. Ellos dicen claramente a Nabucodonosor que El Eterno puede librarlos de su mano, pero si en caso NO LO HACE, igual, ellos no adorarán su imagen. Esta aceptación de la voluntad de Hashem es increíble cuando consideramos el momento de aflicción que tenían. No era falta de fe, era simplemente la creencia, en que al final, Dios tiene la última palabra. Dios no es una fuerza impersonal que se mueve irremisiblemente por la fe de las personas. El factor de su voluntad no debe de ser pasado por alto.

Ellos tenían fe, pero reconocían la soberanía de Dios, y en caso de que Dios no decidiera librarlos, ellos igual, estaban dispuestos a morir por amor a él ¡Que fe tan inquebrantable y que fidelidad tan digna de imitar! ¡Qué bueno sería tener más y más jóvenes como estos tres!

Ellos estaban dispuestos por sobre todas las cosas, a dar gloria al Eterno, incluso en el momento de la muerte. El talmud aplica a estas tres personas, las palabras “No a nosotros, Adonay, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria”, según Rab Akiba, estas palabras fueron pronunciadas por Azarías, Misael y Ananías:

“R. Akiba dijo: Ananías, Misael y Azarías las pronunciaron cuando el impío Nabucodonosor se levantó contra ellos. Ellos exclamaron: “No a nosotros, etc.-, y el Espíritu Santo, respondió” (Pesajim 117a)

La gloria del Eterno era lo más importante para ellos, ¿Qué tal para nosotros? ¿Es lo más importante? Que El Eterno nos haga como ellos, y ponga ese mismo sentir de fidelidad, fe inquebrantable y santificación de su nombre, para agradarle y presentarnos como sacrificio vivo, tal como está escrito:

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.” (Romanos 12:1)

Con bendición

Yitzjak

29 Oct, 2018

¿Es el concepto de “Ganar Almas” compatible con el judaísmo?

A menudo en círculos cristianos oímos la conocida frase “ganar almas para Cristo”. Esto es muy enfatizado dentro del cristianismo y hace que tengamos la percepción que eso de “ganar almas”, es inherentemente cristiano o en otras palabras, propiedad o creación del cristianismo. Es podríamos decir, un árbol nacido en suelo cristiano.

¿Es esto cierto? ¿Habrá un mensaje paralelo en la tradición judía? ¿Es ganar almas un concepto del cristianismo únicamente? ¿Es la indiferencia o el subjetivismo el estándar judío cuando se trata de la espiritualidad de otra persona? Veremos en este estudio, buenas razones y evidencia para declarar que la misión de acercar personas a Hashem, ya sea judíos o gentiles, es algo perfectamente judío.

Sorprendentemente, la única vez que la frase “ganar almas” aparece en la escritura, es en el libro de Proverbios (Mishle) donde se nos dice: “Peri Tzadik Etz Jayim V’loqueaj Nefashot Jajam (El fruto del justo es un árbol de vida; y el que gana almas es sabio)” (Proverbios 11:30).

Como vemos, el concepto de un justo dando fruto de vida a otros, y ganar almas, acercándolos a Hashem, es un concepto del Tanaj y no una completa invención del cristianismo posterior.

El Lubavitcher Rebe Menajem Mendel Schneerson, sin duda una de las luminarias judías más grandes del siglo XX, comentando el pasaje de Eliezer y su búsqueda de una esposa para Yitzjak (Isaac) dice:

“A todos se nos ha confiado una misión comparable con la que Abraham dio a Eliezer: Salir y encontrar esas almas que se han alejado y traerlos de nuevo a Dios, su ‘esposo’. Y así como Abraham aseguró a Eliezer que su misión sería coronada con éxito, nosotros también estamos seguros que nuestros intentos de traer a las almas perdidas de Israel será con éxito…si, como Eliezer, estamos totalmente comprometidos con nuestra misión y oramos a Dios por asistencia en su cumplimiento, estamos de hecho con la seguridad que Dios coronará nuestros esfuerzos, sinceros y tenaces con éxito” (Likutei Sichos, vol. 25, pago 104-105. Citado de “Torah club vol 2. Shadows of the Messiah”, Parasha Chayei Sara, D T Lancaster, First fruit of Zion, 800-775-4807, www.ffoz.org).

El mensaje del jajam Schneerson es claro: Todos tenemos la tarea, delegada por El Eterno mismo, de buscar aquellas almas extraviadas de Israel y traerlas de vuelta a Dios con la ayuda de su espíritu.

Alguien podría decir que la frase del Rab, únicamente habla de traer a las almas perdidas de Israel, y no a las del mundo entero. Se podría incluso decir que el judaísmo no sabe nada, o no tiene precedentes sobre atraer con esfuerzos a un gentil al verdadero Dios. Nada está más lejos de la verdad al considerar el entendimiento judío del primer “mensajero del monoteísmo” o el primer “Shaliaj” (enviado) a las naciones: Abraham nuestro padre.

Una antigua y conocida tradición expresa que Abraham hacía un activo proselitismo acerca del monoteísmo y el verdadero Elohim. Incluso se dice que Sara hacía lo mismo con las mujeres y les hablaba de la luz del verdadero camino al Creador del universo. Un pasaje es utilizado por los sabios para apoyar esta antigua tradición, leemos en Bereshit (Génesis), lo siguiente:

“Tomó, pues, Abram a Saraí su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán.” (Génesis 12:5).

La versión castellana más popular traduce: “las personas que habían adquirido”; sin embargo, el hebreo dice literalmente: “V’et HaNefesh asher asu beHaran”, que traducido es: “Las almas que hicieron en Harán”.

El sentido simple del verso podría significar personas que Abraham había adquirido como siervos en Harán; sin embargo, los rabinos tomaron la frase “las almas que habían hecho” y la interpretaron como personas que Abram y Sara habían atraído a Hashem dándoles nueva vida espiritual. Estas personas habían sido almas que Abram y Saraí habían hecho al hablarles del verdadero Dios y corregir sus errores en el paganismo y la idolatría que los rodeaba. Al ser el instrumento de Dios para convertirlos, era como si fuesen sus “padres en la fe”, frase similar a la usada por Rab Shaul (Apóstol Pablo).

Leemos el comentario a este verso, en la Torah Temimah:

“Rav Leazar dijo: Se refiere a los prosélitos que habían hecho. El verso, como está escrito es para señalar que aquel que atrae a un gentil cerca de Dios y lo convierte es considerado como si lo hubiera creado”. (Torat Temimah, Bereshis: A new translation with a commentary anthologized from Talmudic, midrashic and rabbinic sources, 1:435).

El comentario de Rab. Leazar es precisamente lo que debemos de hacer: Traer a los que están lejos y acercarlos a Elohim. Shaul de Tarso, dijo algo muy parecido cuando expresó:

“Pero ahora en Yeshua El Mesías, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre del Mesías.” (Efesios 2:13)

Es claro por la cita de Mishle (Proverbios), las palabras del Rab Schneerson y de Rab Leazar, que la noción de ganar almas no es algo ajeno al judaísmo, ni debería de serlo para nosotros.

Cada discípulo de Yeshua tiene la suprema tarea de ganar almas para Hashem y traerlos a él y a su Ungido. Nuestra máxima tarea después del nuevo nacimiento, en relación al resto de personas, es hablar y anunciar las bondades de Hashem.

.Yeshua resumió nuestra máxima tarea como discípulos suyos cuando dijo: “y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Mesías padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.” (Mateo 24:46-47).

Rab Shaul de Tarso dice: “Todo hago por causa de la buena nueva, para ser coparticipe de ella”. (1 Corintios 9:23)

El profeta Isaías describe los sufrimientos del Mashiaj (Mesías) y como fue entregado por el pecado de Israel y del mundo, diciendo: “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas El Eterno cargó en él el pecado de todos nosotros.” (Isaías 53:6).

En el verso 53:1, Isaías dice: “¿Quién ha creído a nuestro anuncio?”, viendo como gran parte de Israel no creería lo que describe a continuación en el cantico del siervo sufriente. Versos atrás, el profeta habla de aquellos que anuncian la buena nueva del Reino de Elohim, los que dicen a Tzion: “Tu Elohim reina”, tal como está escrito:

“Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!” (Yeshayahu [Isaías] 52:7).

Después de describir la proclamación de buenas nuevas, el profeta añade: “todos los confines de la tierra verán la salvación (hb. Yeshuah) del Dios nuestro.” (52:10).

Pablo hace referencia a esto en el capítulo 10 de la carta a los Romanos donde describe la grandeza de la misión de anunciar las buenas nuevas. De esto aprendemos que aquellos que anuncian las buenas nuevas son los instrumentos de Hashem para mostrar su salvación. ¿Quién no quisiera ser parte de semejante labor?

Todos nosotros tenemos la responsabilidad de enseñar la buena nueva de salvación a todos los hombres. Esa necesidad y sed de traer gente a Elohim y a su Mesías, debe de estar en el corazón de todo creyente.

No debemos estar avergonzados con esa tarea. No hay nada más noble, recto, puro, deseable y bondadoso que traer personas al Eterno por vía de nuestra predicación, tal como se nos dice:“Porque no me avergüenzo de la buena nueva, pues es poder de Elohim a todo aquel que cree” (Romanos 1:16).

Debemos de salir de nuestra área de confort y ser instrumentos de redención en las manos del Eterno. Como el Jajam Schneerson dice: si estamos totalmente comprometidos y oramos para que Hashem bendiga nuestra labor, tenemos asegurado nuestro éxito; ya que se nos ha dicho: “El Señor añadía al número los que iban a siendo salvos” (Hechos 2:47).

Es Hashem mismo quien hará la obra, no nosotros. Nosotros solo somos la vasija de barro, el medio, el instrumento, no somos capaces o competentes en nosotros mismos. Nuestra competencia viene de Elohim, tal como se dice: “no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Elohim (Dios)”

¡Que Hashem nos haga competentes para hacer que la venida de su ungido se adelante!

Con bendición
Yitzjak Bonilla Castellanos

29 Oct, 2018

Armelius/Armilus y el Falso Mesías.

Recientemente fui consultado por un buen amigo acerca del tema del “falso Mesías” o su equivalente griego “Anticristo” y su relación con el judaísmo y la literatura rabínica. Básicamente su pregunta fue “¿Es el anticristo final un concepto judío?”. Meses atrás, estando en una reunión en un shabbat en Honduras, también una hermana muy perspicaz hizo una pregunta similar, preguntando por alguna fuente rabínica en donde se hable de un personaje funesto de los últimos tiempos que persigue al pueblo judío, únicamente para ser derrotado días después por el Mesías hijo de David.

Debido a esto, he quiero hacer esta muy pequeña introducción a ciertos dichos en escritos rabínicos acerca de dicho personaje identificado en Isaías 11:4 y Daniel 7:24-25. Este estudio pretende ser una pequeña reseña de lo que los ciertos escritos rabínicos dicen sobre el personaje llamado “Armelius” y su íntima relación con el concepto del falso Mesías.

La intención principal de este estudio, es probar que el concepto de un tirano apocalíptico del futuro que se levanta contra Hashem y su Mesías NO es de origen cristiano, sino que tiene su origen en los profetas hebreos y en la tradición judía, de las cuales los cristianos forjaron su cosmovisión.

La base del Tanaj para Armelius.

Antes de contestar la pregunta ¿Quién es Armelius o Armilus? Veremos la base de los profetas para describir al personaje funesto que será un perseguidor del pueblo judío y su agenda contra todo lo que involucre la piedad. Quisiera comenzar con el texto de la era mesiánica por excelencia en el profeta Yeshayahu (Isaías), esto es su capítulo 11, donde se nos dice:

“Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de El Eterno; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de El Eterno. Y le hará entender diligente en el temor de El Eterno. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.” (Yeshayahu [Isaías] 11:1-4. Enfasis añadido).

Después de describir las características intrínsecas del Mesías y como es ungido con los siete espíritus de Hashem, el profeta Isaías pasa a describir el juicio del Mashiaj. Una de las primeras cosas que el Mesías hace es aniquilar con el espíritu de sus labios al “Rasha” (impío). Después que el Mashiaj mata al impío, Isaías continua su descripción de la era mesiánica en donde el cordero y el león moran juntos (11:6), las crías de la vaca y la osa pacerán juntas (11:7), un niño juega sobre la cueva del áspid (11:8) y con la tierra llena de la gloria de Elohim como las aguas cubren la mar (11:10).

Es pues lógico concluir, que el “Rasha” en hebreo, que se traduce como “impío” o “inicuo” en español, no es cualquier inicuo, sino un impío singular a quien el Mesías mata con el soplo de su boca en su manifestación llena de Gloria.

El profeta Isaías, nos muestra al Mesías revelándose con poder y matando al “Rasha” con el espíritu/viento de su boca. Después de ello, nos relata como la era mesiánica se desarrolla. Esto es una alusión al futuro advenimiento del Mashiaj Ben David y su aniquilación del último tirano que perseguirá al pueblo judío y que reunirá naciones enteras contra él.

El libro del profeta Daniel, nos da más información sobre este personaje, en el capítulo 7 de su libro, donde se habla del cuerno pequeño que sale de Roma, o del imperio romano restaurado en los últimos días (no confundir con el cuerno pequeño de Daniel 8 que sale de Grecia, cuyo cumplimiento fue el rey Griego Antíoco Epifanes IV). Ahí leemos:

“Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará. Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo. Pero se sentará el Juez, y le quitarán su dominio para que sea destruido y arruinado hasta el fin,” (Daniel 7:24-26).

Vemos como este tirano de los últimos días hace por lo menos las siguientes cosas:

1. Habla palabras contra el Elohim Altísimo.
2. Quebrantará a los santos del Altísimo.
3. Pensará, o tendrá la intención, de cambiar los tiempos y la ley.
4. EL pueblo del altísimo (esto es, el pueblo judío) será entregado en sus manos 3 años y medio.
5. Es quebrantado por la venida del Mesías.

Vemos como, sin ninguna referencia de los escritos apostólicos, la noción de un rey tirano que persigue a los hijos de Israel en los últimos días, está fuertemente arraigada en las profecías del Tanaj (popularmente conocido como “antiguo testamento”). Este rey ha sido conocido en la tradición de nuestro pueblo como “Armilus” o “Armelius” o incluso “Gog”. Muchos quizás se sorprendan por los múltiples paralelos entre los escritos apostólicos y la opinión de sabios judíos sobre este Rey Tirano que surgirá.

Consideraremos aquí, unos cuantos ejemplos de las opiniones judías sobre este personaje para poder tener una visión más amplia del concepto de “Armilus”.

Armilus en la tradición judía

No hay consenso sobre el origen del nombre “Armilus” o “Armelius”, la opinión más conocida y aceptada es que proviene del nombre “Romulus”. En este contexto, su nombre es para relacionarlo con el imperio romano y con su rol como un emperador tiránico. Otras fuentes, hablan de una relación con un Rey Persa, pero la más aceptada es la de la derivación con Romulus.

Más allá del origen de Armilus, lo más importante es lo que Armilus está supuesto a hacer y no lo que significa su nombre. A continuación veremos algunas fuentes judías sobre este Rey tirano y lo que hará:

“En la escatología judía posterior y la leyenda, un rey que se levantará al final del tiempo contra el Mesías, y será conquistado por él después de haber traído mucho sufrimiento a Israel.” (Enciclopedia judía sobre Armilus).

“Entonces el rey, Armilus, conquistará y saqueará la ciudad santa, matará a los habitantes junto con “el hombre [el Mesías], de la tribu de José,” y luego comenzará una campaña contra los Judíos, obligándolos a huir al desierto, donde van a sufrir una miseria indecible. Cuando hayan sido purificados por la tristeza y el dolor, aparecerá el Mesías, arrebatará Jerusalén de Armilus, lo matará, y así traerá la verdadera salvación.” (Saadia Gaon, Emunot VeDeot, citado en Enciclopedia judía sobre Armilus)

.“El 18 de ese mes de Sivan habrá un estrépito en las casas, en las murallas y torreones y temblará la tierra y sus habitantes; y El Shaday descenderá al monte Guerizim y el monte se hendirá a su amenaza y peleará contra aquellos pueblos, como un guerrero despertará su furor [Is 42:13]. Vendrá el Mesías hijo de David y soplará en la nariz de Armilos y le dará muerte; y todo Israel… »Y el décimo rey es Armilos, el hijo de la estatua, que está en la casa de impudicia de los desvergonzados, y todas las naciones de todos los lugares vendrán y permanecerán ante la estatua y quemarán incienso ante ella; no podrán ver su rostro a causa de su belleza y todo aquel que se vanaglorie de mirarla no podrá” (Sefer Zorobabel)

“Armilus es aquel a quien los gentiles llaman el Anticristo.”(Midrash Milkhamot HaMashiaj)

“Armelius subirá a Jerusalén y peleará contra el Mesías hijo de Efraín en la puerta oriental. Ese Mashiaj será asesinado, y el pueblo judío lamentará. Como está escrito: “Y mirarán a mí a quien [las naciones] traspasaron y lamentarán por él (Zacarías 12:10)”. [- Midrash Nistaros DeRashbi, citado en “When Moshiach comes”, Orthodox Rabbi Yehudah Chayoun of Bnei Brak, pag 254].

Incluso, ciertas versiones del Targum Yonathan sobre Isaías 11:4 parafrasean el texto diciendo:“y con el espíritu de su boca matará a Armelius”.

Después de ver las diferentes referencias a Armelius y a Gog que la literatura rabínica provee, es claro que hay un panorama coherente sobre este tirano apocalíptico. Obviamente al no contar con la revelación de Yeshua como Mashiaj, ciertas referencias no tienen el mismo orden de eventos que los registros apostólicos. Sin embargo, las referencias rabínicas presentan un sorprendente paralelismo con los registros apostólicos, en esencia se mantienen los mismos conceptos y las mismas actividades asociadas a Armelius/Gog y al Falso Mesías.

Hay más referencias a Armelius o Gog en literatura rabínica que están más allá de los alcances de este estudio, considero que es suficiente con estas referencias para probar que en el judaísmo hay una creencia firme en un personaje tiránico que surgirá en los últimos días, perseguirá al pueblo judío, luchara contra el Mesías, será destruido por el Mashiaj Ben David, los judíos tendrán que huir y sufrir calamidades y otras cosas.

Conclusión

Es falso el ataque antimisionero hacia los judíos creyentes en Yeshua, que al mencionar a un “falso Mesías” o “Anti-Cristo”, estamos haciendo referencia a “conceptos no judíos” o “cosmovisiones escatológicas cristianas”. Como podemos ver en el Tana”j, hay fuerte evidencia de este tirano que se levantará en los últimos días y que tendrá su final a manos del Mesías hijo de David que vendrá en las nubes del cielo para libertar a los que le esperan.

¡Que sea prontamente y en nuestros días!

Con bendición
Yitzjak Bonilla Castellanos

29 Oct, 2018

El bautismo desde la perspectiva hebrea.

¿Bautismo en el Tanaj?

Desde hace unos días alguien me pidió hablar un poco sobre el bautismo y si tiene alguna analogía con el judaísmo y la tradición hebrea y como es diferente o similar al bautismo en Yeshua. Muchas dudas surgen cuando un creyente de origen gentil descubre las raíces hebreas de su fe y cuando interactúa con ciertos grupos o personas que se autotitulan “mesiánicos”. Generalmente estos grupos tienen un conocimiento muy superficial de la escritura y además poseen en prejuicio anti-cristiano bastante curioso; su manera de arribar a la biblia es algo como creamos-lo-que-los-cristianos-no-crean.

En el tema del bautismo, he oído una sarta de enseñanzas incautas y graciosas como por ejemplo que es un invento del cristianismo, que es algo pagano y que por tener una palabra griega en su nombre es algo ajeno al judaísmo. Si esto es así, entonces estas personas deberían de descartar también la palabra sinagoga puesto que ¡viene de una palabra griega!

He visto este patrón repetirse una y otra vez: Alguien cristiano es un creyente en Yeshua, descubre las raíces hebreas de su fe, se junta con un grupo que le dice que ahora es “superior” o que ya es “judío”, acto seguido procede a despreciar todo lo que aprendió en el cristianismo, considera que los únicos bien delante de Dios son su grupo mínimo, y todos aquellos que creen algo que también los cristianos creen, creen algo de “Grecia” de “Roma” o de “Babilonia”. De ahí que el no puede hablar de “bautismo”, “fe”, “salvación” pues son “cosas cristianas”.

Si bien es cierto el cristianismo necesita ser reformado o restaurado en varias cosas (la judeidad de Yeshua, el papel del pueblo judío como el pueblo que goza con la elección de Hashem, la continuidad de la Torah, etc.) también es cierto que preserva cosas correctas que son herencia apostólica.

Una de las cosas que la mayoría del cristianismo preserva del movimiento original de Yeshua es la práctica del Bautismo, en hebreo “Tevilah”. La palabra griega “Baptizo” significa “sumergir” y designa técnicamente a la acción de sumergirse en agua para propósitos rituales con un propósito escritural.

La palabra griega tiene su equivalente en el término “Tevilah” que significa lo mismo, también puede significar “mojar”. Una palabra con la misma raíz de “Tevilah” (esto es Vayitbol que significa y “se sumergió”) se halla en el texto hebreo en donde Elisha (El profeta Eliseo) manda a Naaman el sirio al Jordán para ser libre de la Tzaraat (lepra bíblica), ahí leemos:

“El entonces descendió, y se zambulló (Vayitbol) siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.” (2 Reyes 5:14).

Claramente la palabra “Tevilah” designa a una inmersión en aguas con propósitos rituales, simbólicos y espirituales. Como podemos ver “Tevilah” es el equivalente hebreo de la palabra griega “Baptizo” y estamos hablando del mismo concepto. Incluso la septuaginta, la traducción al griego de la escritura, utiliza la palabra “baptizo” en 2 Reyes 5:14. De esta manera Bautismo o Tevilah en el judaísmo es el acto de sumergirse ritualmente en un recogimiento de aguas, de preferencia aguas vivas.

¿Para qué hay que hacer Tevilah?

En la Torah están prescritas diversas razones para hacer Tevilah, la más conocida es cuando la mujer termina su periodo menstrual. A pesar de que la Torah dice únicamente “se lavará con agua” esto fue entendido por el judaísmo como Tevilah. Es debido a ello que todas las mujeres judías hasta la fecha hacen Tevilah cada vez que su periodo menstrual (Nida en hebreo) finaliza.

El judaísmo también consideraba (y considera) la Tevilah necesaria para completar la conversión a judío, y de hecho era el último paso, en el talmud leemos:

“Rab Zera dijo en nombre de Rab Yohanan: Alguien no se convierte en prosélito hasta que ha sido circuncidado y hasta que ha efectuado la Tevilah” (Berajot 47b, ver también Yevamot 46a).

Es decir que un hombre podía haber sido instruido en la Torah y en la ley judía (halaja) y podía ser circuncidado pero no era considerado legalmente parte de la nación de Israel, hasta que hacía Tevilah. Como es obvio, esta Tevilah para conversión o consagración se daba una vez en la vida.

Es así donde encontramos dos categorías de Tevilah según las veces que son repetidas en la vida: la que es una sola vez y la que se hace repetidamente por aspectos rituales de purificación simbólica.

Vemos algo similar en la vida de Aarón y sus hijos. Al inicio de su ministerio, Moisés los lavo con agua a la entrada del tabernáculo de reunión, tal como está escrito:

“Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.” (Exodo 40:12)

Este lavado realizado por Moisés fue una sola vez en la vida de Aarón, nunca fue repetido de nuevo otro lavado hecho por Moisés, con el objetivo de consagrarlos para el ministerio sacerdotal. El lavado para consagración ministerial fue hecho de una vez y para siempre y no sería repetido.

Sin embargo, la torah prescribía a Aarón un lavado continuo cada vez que entrara al tabernáculo de reunión, ahí leemos:

“Harás también una fuente de bronce, con su base de bronce, para lavar; y la colocarás entre el tabernáculo de reunión y el altar, y pondrás en ella agua. Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los pies. Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para El Eterno, se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones.” (Exodo 30:18-21).

Como vemos, en la vida de Aarón y sus hijos existirían dos lavados simbólicos con agua: Uno de ellos seria con motivo de consagrarlos para su ministerio y sería efectuado por Moisés y sería realizado una sola vez en su vida. El otro sería realizado después del primero, cuantas veces fuere necesario y sería realizado por ellos mismos con motivo de purificación ritual y simbólica. Veamos el cuadro para que nos ilustre esto de manera grafica:

Lavado Ritual 1 Lavado Ritual 2
Razón: Consagración Razón: Purificación
Periodicidad: Una vez en la vida Periodicidad: Repetitiva muchas veces
Realizada por: Moshe Realizada por: Aarón y sus hijos

En la vida del prosélito al judaísmo se daban estas dos clases de Tevilah; la primera hecha una vez para completar su conversión y consagración al Eterno y la otra hecha repetitivamente cuando entraba al templo, cuando llegaba una festividad, cuando hacía cualquier cosa para lo que se requería pureza ritual.

Viendo el contexto judío de la Tevilah, podemos considerar a los bautismos que se encuentran en los registros apostólicos con más luz.

El Bautismo (Tevilah) de Juan

La mayoría de veces es creído que el bautismo o Tevilah fueron inventados por Juan El Bautista, en círculos cristianos sin conocimiento serio del judaísmo se considera que Juan fue el creador de el rito de sumergir gente en un cuerpo de agua para un propósito espiritual. Como ya vimos, la Tevilah era algo que existía desde tiempos muy remotos en el pueblo judío; incluso habían mikvaot, que son las pilas rituales para sumergirse, en el templo y en casas de personas con posibilidades económicas o familias sacerdotales. Los arqueólogos han encontrado decenas y decenas de mikves en la comunidad de Qumram y también en la casa de Yosef Cayafa (Caifás, el mismo sumo sacerdote implicado en la muerte del Maestro).

Ahora, si los “bautismos” o “tevilot” existían en la época de Juan, ¿En qué consistía su innovación? ¿Qué era lo novedoso? ¿Si habían mikvaot en el templo, por qué Juan estaba haciendo Tevilah en el Jordán?

Lo novedoso de Juan no era el rito en sí mismo, sino el porqué se hacía el rito. Juan hacía su bautismo porque decía que el Mashiaj (Mesías) estaba a las puertas y el arrepentimiento nacional de Israel era un requisito para que la era Mesiánica se manifestara en sus días.

Leemos en Mateo:

“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento;” (Mateo 3:11).

Es decir, el bautismo de Juan tenía un mensaje bien definido, era algo como: “El reino de Elohim, la era mesiánica está a punto de ser manifestado. El Mesías está a las puertas y si nos arrepentimos de todo corazón abandonando la impiedad El Eterno hará que su reino se manifieste en toda su extensión. LA muestra visible de ese arrepentimiento es que hagamos esta Tevilah simbolizando nuestra pureza espiritual luego de nuestro arrepentimiento”.

La Tevilah de Juan tenía por objetivo preparar al pueblo judío para la llegada del Mesías para que fuesen dignos de alcanzar los días del reino mesiánico; Si Israel se arrepentía, El Mesías se revelaría abiertamente y paso seguido restauraría el trono de David y arrancaría la era mesiánica, el reino Mesiánico o el milenio, como queramos llamarle.

Pablo incluso indica esto a los creyentes de Efeso que habían recibido solamente el bautismo de Juan, tal como está escrito: “Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Yeshua El Mesías.” (Hechos 19:4).

Es por ello que podemos decir que el Bautismo de Juan tenía sentido antes de que el Mashiaj viniera para poder hacer que Israel fuera digno; una vez venido el que bautiza en “ruaj Hakodesh (espíritu santo) y fuego” (Mateo 3:11) debemos de sumergirnos en nombre de aquel que es más grande que Juan.

El Bautismo (Tevilah) en Yeshua.

La Tevilah en Yeshua HaMashiaj conserva los aspectos de la inmersión para conversión y consagración del judaísmo. Se decía en el judaísmo que el prosélito era como “un niño recién nacido”, para la jurisprudencia judía simbólicamente un gentil entraba en la mikve y el que salía era un judío. El prosélito había nacido para una nueva vida, había nacido al pueblo judío y era por así decirlo “una nueva persona”.

Es debido a esto que el simbolismo era obvio: El cuerpo de aguas representa una tumba, el hombre que se sumerge es “sepultado” en las aguas y sale a una nueva vida. Ningún otro rito, quizás, puede expresar el concepto de purificación, transformación, nueva identidad, muerte al pasado y una nueva vida como la Tevilah (Bautismo).

Es debido a ello que la Tevilah se convirtió en el requisito visible para unirse formalmente a la congregación del Mesías el cual es su cuerpo. La Tevilah fue el requisito impuesto para el reconocimiento legal de un creyente, esto simbolizaba su férreo compromiso con Hashem, su abandono de su viejo hombre y también su experiencia de regeneración y nuevo nacimiento en Yeshua.

“De modo que si alguno esta en Mashiaj, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).
“Porque todos los que habéis sido bautizados en Mashiaj, de Mashiaj estas revestidos”. (Gálatas 3:27).
“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el espíritu santo” (Tito 3:5).

El nuevo creyente desciende a las aguas y permanece en ellas como un hombre está en el vientre de su madre, al salir se simboliza su nuevo nacimiento. El bautismo o Tevilah es la acción que más poderosamente ilustra la experiencia de la salvación al recibir la vida eterna en Yeshua el Mesías.

Debido a esto, cada vez que una persona creía, se buscaba inmediatamente la Tevilah para poder hacer que formara parte legal y formal de la comunidad del Mesías, leemos en el suceso del etíope y Felipe lo siguiente:

“Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anuncio la buena nueva de Yeshua. Y yendo por el camino llegaron a cierta agua y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Y mandó Felipe a parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó” (Hechos 8:35-38)

Así como la fe y el nuevo nacimiento hacen que uno se convierta en hijo de Elohim delante de Elohim (Dios), la Tevilah hace que uno se convierta en hijo de Elohim formalmente delante de los hombres.

No nos confundamos ahora, no es el rito el que imparte la liberación del pecado en Yeshua, el rito simboliza lo que ocurrió previamente; es la representación más vivida, más exacta, mas ilustrativa y más poderosa de la purificación de nuestra alma y nuestro nacimiento de lo alto; sin embargo no es lo que nos provee de justificación o salvación delante del cielo.

Muchas veces se ha comparado al bautismo con un anillo que es la simbolización del amor entre una pareja; el anillo no es el amor; simboliza el amor. Esto es importante por el eterno debate surgido dentro del cristianismo histórico con respecto a si la Tevilah salva o no. Debemos decir que la escritura enseña que es la manera de convertirse formalmente en un creyente pero no es lo que define el destino eterno de alguien (Alguien podría mencionar el texto de Marcos 16:16 donde se dice que “el que creyere y fuere bautizado este será salvo”. Sin embargo, es muy conocido que es un texto añadido al manuscrito original de Marcos y que no formaba parte originalmente, para más información ver la nota al pie de página de la versión Reina Valera Textual).

A parte de esto, el bautismo también es una identificación con la muerte y resurrección de Yeshua. Esto es un aspecto que es muy novedoso a la Tevilah en el nombre de nuestro Maestro puesto que aparte de todas las razones expuestas anteriormente, la Tevilah en Yeshua, representa también nuestra participación de su muerte y resurrección.

Pablo escribe:
“¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Yeshua HaMashiaj, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos bautizados con él para muerte por el bautismo, a fin de que como el Mesías resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:3-4).

Así como el pecado del mundo estaba en el cuerpo del Mashiaj en el madero cuando el dio su vida por el pecado de Israel y el mundo y luego resucitó; nosotros morimos al pecado y somos llamados a una nueva vida de justicia. Fuimos sepultados juntamente con él; es decir así como el pecado fue sepultado con el Mesías, nosotros debemos de considerarnos como separados del pecado y con el ansia de una vida de justicia. Es por ello que Pablo dice después:

“Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Elohim (Dios), tenéis por vuestro fruto la santificación” (Romanos 6:22).

¿La única Tevilah para los creyentes?

A parte de la Tevilah de consagración en Yeshua que es una sola vez en la vida; los creyentes judíos tenían mas tevilot ya sea por prescripción de la Torah o por costumbre; esto era más que todo imperativo cuando se ascendía al templo; el lugar donde la presencia de Dios moraba como en ningún otro lugar del mundo. En cada fiesta de peregrinaje, todo varón judío piadoso iba al templo y antes de entrar a él buscaba hacer Tevilah.

Esto es aun observada por muchos judíos quienes suelen hacer Tevilah antes de ir a una sinagoga, antes de asistir a una clase de talmud, antes del Shabbat, después del periodo menstrual como se mencionó, antes de una festividad bíblica, etc. Incluso los creyentes judíos (ya sea por linaje o conversión) en Yeshua también tenemos la costumbre de hacer Tevilah antes de las festividades o en momentos especiales delante de Hashem.

¿Es esto contradictorio con la Tevilah en Yeshua? No, en lo absoluto. La Tevilah en Yeshua para conversión y consagración es hecha una vez en la vida. Las otra Tevilah no pretenden sustituir la primera sino actuar en otra esfera diferente, esto es como símbolo de nuestra santificación y purificación continúa por medio de la palabra y el espíritu de Hashem.

Ambas Tevilah representan dos tipos de santificación en la vida como creyentes. La primera representa la ocasión de nuestro nuevo nacimiento (tito 3:5), cuando fuimos declarados hijos de Elohim (Juan 1:12) y recibimos el perdón de pecados y las arras del espíritu de Hashem (Efesios 1:7-14). Esta experiencia paso una sola vez en nuestras vidas. Por lo tanto, la Tevilah que representa esto, es una vez en nuestras vidas. Muchos llaman a esta santificación “Santificación posicional”, debido a que fue el momento en que Hashem nos traslado del reino de las tinieblas a ser sus hijos, nos declaro como su posesión de una vez para siempre, tal como está escrito:

“Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los hijos de luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado hijo”. (Colosenses 1:12-13)

Por otro lado, después de nuestro nuevo nacimiento, somos llamados a una santidad continua al andar en los mandamientos de Hashem por medio del espíritu de Elohim que hemos recibido. Esta santidad es dada por su palabra (Torah) y su espíritu. Muchas veces se ha llamado a esto “Santificación progresiva”, debido a que es algo que debemos de hacer continuamente hasta el día de la resurrección, tal como está escrito:

“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la ira perfeccionando hasta el día de Yeshua HaMashiaj” (Filipenses 1:6).

En este sentido, el segundo tipo de Tevilah simboliza nuestra santificación continua, al sumergirnos tenemos en mente a el agua de Hashem (su espíritu y su palabra) que nos purifican y la santidad que tenemos que buscar todos los días.

Es debido a que hay tipos de Tevilah, que el escritor de Hebreos menciona a la “doctrina de bautismo”, ahí leemos:

“Por tanto, dejando ya los aspectos básicos de la doctrina de Mashiaj, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Elohim, de la doctrina de bautismos.” (Hebreos 6:1-2. Enfasis añadido)

Notemos que no dice: “Doctrina del bautismo” sino “doctrina de bautismos” por lo que hemos explicado anteriormente.

Conclusión

Hemos visto como la Tevilah formaba parte de la vida judía, sabemos que Tevilah es la palabra hebrea equivalente a bautismo y que habla de un acto específico. Tevilah era requerida para completar la conversión a judaísmo y fue la acción ritual que se requirió parar unirse formalmente al grupo de creyentes en Yeshua. Hay dos tipos de Tevilah: una para consagración y una de purificación ritual. El bautismo en Yeshua representa las siguientes cosas:

1. Nuestra muerte al viejo hombre.
2. El nuevo nacimiento en Yeshua El Mesías.
3. Nuestra aceptación de su palabra para ser limpios.
4. Nuestra identificación con su sepultura y resurrección ya que hemos sepultado al pecado y hemos sido vivificados para una vida nueva.

Todos aquellos que hemos sido bautizados en Yeshua HaMashiaj tenemos un compromiso para amar a Elohim y a su ungido y ser discípulos de él. El bautismo es nuestra declaración formal de ser parte del pueblo de Elohim, es como si dijéramos: “Heme aquí, yo soy parte de tu pueblo, he nacido de nuevo por tu espíritu y vengo a dedicar mi vida a ti delante de todos”.

¿Estamos viviendo con un compromiso total para con El Eterno? ¿Nuestra nueva vida espiritual es de verdad “espiritual”? ¿Hemos tomado en serio el llamado de ser discípulos del Rey de Israel? ¿Estamos dispuestos a que su palabra nos limpie continuamente con la fuerza que hemos recibido en su espíritu? Es tiempo de impactar al mundo, de mejorar cada vez más, de ser mas guiados por el espíritu y la Torah de Hashem para ser luminarias en la tierra. Al hacerlo estaremos adelantando el reino de Elohim y trayendo más personas a los pies de aquel que “Bautiza con el espíritu santo”.

Que El Eterno haga que nuestro corazón se apegue a él como nunca antes

Con bendición
Isaac Bonilla

29 Oct, 2018

Hechos 15 ¿Qué se acordó y que NO?

En la primera parte de nuestro estudio sobre hechos revisamos los factores que causaron el concilio de Hechos 15 así como también una de las narraciones de tiempo de los apóstoles que nos ayudan a comprender el contexto: la conversión de Izates. Habiendo visto los antecedentes estamos capacitados para ver que SI se legisló en Hechos 15 y que NO se legisló ahí.

Los puntos que se discutieron en el concilio están claramente señalados en el verso 1 y 5 del capítulo que nos ocupa, leemos ahí lo siguientes:

“Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.”
“Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la Torah de Moshe.”

Había dos puntos en la mesa de discusión aquel día:
1. ¿Es necesario para un gentil ser circuncidado para ser salvo?
2. ¿Deben estos creyentes no judíos, cumplir la ley de Moisés de igual manera que el judío?

Ambos están relacionados e incluso quizás se entrelazaron aquel día. En aquel debate podríamos resumir las dos preguntas a una sola ¿Hashem acepta a los gentiles que se han vuelto de la idolatría como miembros de las naciones o deben de convertirse en judíos? Eso fue lo que estaba en la mesa de aquel día.

Se debe de tener en cuenta que ambas cosas fueron discutidas por los apóstoles pues olvidar una de ellas o imponer otras, causa una distorsión de lo sucedido en aquel momento. Por ejemplo tradicionalmente se ha entendido que este concilio definió si los discípulos de Yeshua (gentiles y judíos) debían de seguir observando la circuncisión y guardando la Torah.

Esta suposición es totalmente contraria al pensamiento apostólico. En Hechos 21:17-25 se narra un acontecimiento ocurrido tiempo después donde claramente ,los apóstoles asumen, que la Torah debe de ser observada por los judíos como un axioma, algo extremadamente obvio.

Cabe añadir también que cuando se habla de mandar a observar la Torah de Moisés, se está hablando de exigir una observancia total de los mandamientos de la Torah al mismo grado del judío. Ellos no estaban pensando en decirles a los no judíos sobre el mandamiento de “no mentir” o de “no robar” cosas que son parte de la conciencia natural de cada ser humano (los filósofos le llaman “ley natural” y también “ley moral universal”. Pablo se refiere a esto en Romanos capitulo 2). Ellos se referían a los mandamientos de la Torah que son exigidos al judío en mayor grado o únicamente a él, como Mezuza, Tzitzit, Tefilim, Shabbat, Kashrut.

Por otro lado, en algunos círculos mesiánicos de nuestros días, se piensa que el único punto que se discutió en Hechos 15 fue si la circuncisión era necesaria para la salvación. Esto hace que algunos círculos tengan la postura conocida como “One Law theology”, dicha creencia afirma que judíos y gentiles tienen igual obligación hacia la Torah. Ellos dicen que lo que los apóstoles legislaron es únicamente que no se debe observar la Torah como medio de salvación. Como vemos, al olvidar uno de los puntos se pierde el contexto inmediato de Hechos 15

De manera que al leer Hechos 15 debemos de tener presente que los apóstoles se reunieron para legislar sobre los creyentes de origen gentil, los puntos que se discutieron era que si era necesario que en algún momento se hicieran judíos por medio de la circuncisión para tener parte en el mundo venidero, y también si era necesario que guardaran toda la Torah como el judío.


Pedro y “el yugo” que no han podido cargar.

Pedro tomó la palabra en el concilio, e indico, que los gentiles habían oído de su boca la palabra de salvación y Hashem no había hecho ninguna diferencia entre ellos y los discípulos judíos en torno a la salvación y la dadiva de la ruaj Hakodesh (Espíritu Santo). Inmediatamente Pedro hizo referencia a un “yugo” que ni ellos ni sus padres habían podido llevar, tal como se dice:

“Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?” (Hechos 15:10).

¿Qué era este yugo? ¿Era la Torah? Definitivamente no, a lo que Pedro se refiere es a la creencia que la salvación viene por ser parte del pueblo del pacto (Israel) y mantenerse dentro del pacto cumpliendo los mandamientos. Es obvio que Pedro se refiere a esto porque inmediatamente dice:

“Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.” (Hechos 15:11).

Lo que Pedro está diciendo es algo como esto: “¿Por qué quieren decirles a los discípulos que la salvación es por ser judío y guardar preceptos si ni nosotros mismos hemos hecho bien eso? Lo que nosotros creemos es que es por la gracia de Yeshua que somos salvos”.

Pedro no tiene en mente a la torah en sí misma, sino a la interpretación que dice que la salvación viene por ser judío (miembro del pueblo del pacto) y por guardar mandamientos. Esta postura fue llamada “Nomismo de Pacto” por E.P. Sanders y hay evidencia que era creída en los días de los apóstoles.

De manera que Pedro no está diciendo: “nosotros no hemos podido guardar la Torah como individuos” sino que está diciendo que si la salvación eterna fuera por ser judíos y ser fieles a Hashem, entonces también todas las generaciones del pasado estaban mal puesto que no dieron el ancho. Eso es el yugo que ni él ni sus padres habían podido llevar; ahora en Yeshua Pedro no tenía ese yugo más porque sabía que su salvación venia por su sangre y no por su capacidad de mantenerse observando las normas de la Torah.

Permítanme parafrasear lo que Pedro está diciendo para ver su punto y la importancia del mismo en el concilio: “Hace un tiempo, Hashem me escogió a mí para hablar a los no judíos, ellos siendo gentiles recibieron el espíritu santo de la promesa como arras de redención. El Eterno no hizo ninguna diferencia entre ellos y nosotros, mostrando que los acepto como lo que son: Gentiles. ¿Por qué entonces quieren decirles que la salvación viene por ser judío y observar la Torah? ¿Acaso no nosotros también sabemos que es por la gracia derramada en Yeshua que somos salvos? ¿Nosotros somos salvos por creer que la salvación es por ser judío y guardar torah? ¿No es esto un yugo que no se puede llevar? Antes todos los que estamos aquí sabemos que somos salvos por medio de Yeshua”.

La importancia del comentario de Pedro radica en que Hashem aceptó a los gentiles y les dio la salvación siendo gentiles y antes de siquiera pensar en circuncisión. Además de esto, Pedro y compañía, siendo judíos reconocían que la salvación NO ERA POR SER JUDIO sino por gracia.

Ese fue el argumento de Pedro y sabemos que fue muy consistente. Todos los presentes sabían que era la sangre del Maestro lo que los había purificado y había hecho que Hashem otorgara la salvación del pecado y vida Eterna. Es por medio de él, y no por ser judíos y apegarse al pacto de Israel, que la salvación se obtiene.


Jacobo: su recapitulación, legislación y la frase de la discordia.

Después de oír Pedro, Pablo, Bernabé y la otra parte, la máxima autoridad del concilio se pronuncio al respecto, esto es Jacobo el hermano de Yeshua, conocido como “Ya’akov HaTzadik (Jacobo el justo)”. Jacobo era la máxima autoridad del movimiento de Yeshua, era hermano del Señor y las tradiciones de los primeros siglos se refieren a él en términos sumamente elogiosos.

Al hablar Jacobo hace lo siguiente:

  • Recapitula lo que Pedro ha expuesto diciendo que Hashem ha cumplido lo que hablo por los profetas tomando de ellos pueblo para su nombre. Es decir, no es que tomó gentiles para convertirse en judíos, sino que los gentiles que invocan su nombre son su pueblo manteniéndose gentiles.
  • Jacobo cita Amos en la versión septuaginta, famoso por su frase: “los gentiles sobre los cuales mi nombre es invocado”. Es decir, Amos previó de antemano que gentiles, siendo gentiles sin convertirse a judíos, invocarían el nombre de Hashem una vez que el tabernáculo de David se levantará (una alusión a la línea davídica y al Rey Mesías).
  • El da una lista de requisitos mínimos para los creyentes de origen no judío que deben observar para poder adorar, en compañía de sus hermanos judíos al Dios de Israel. Estos requisitos son obviamente el paso inicial en su crecimiento.
  • Luego Jacobo dice que Moisés “ha tenido desde tiempos antiguos quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo.”

El pueblo de entre las naciones en los días del Mashiaj.

Jacobo termina el concilio afirmando lo que Pablo y Pedro habían dicho de antemano: El Eterno está tomando pueblo de entre los gentiles sin necesidad de convertirlos en judíos. Jacobo dice que los profetas están de acuerdo con esto y cita Amos. Debemos decir antes de pasar a lo siguiente, que Amos no es el único texto que habla sobre gentiles uniéndose a El Eterno, leemos lo siguiente:

“Y se unirán muchas naciones a El Eterno en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.” (Zacarías 2:11).

“Pasad, pasad por las puertas; barred el camino al pueblo; allanad, allanad la calzada, quitad las piedras, alzad pendón a los pueblos. He aquí que El Eterno hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sion: He aquí viene tu Salvador; he aquí su recompensa con él, y delante de él su obra. Y les llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no desamparada.”(Isaías 62:10-12)

En ambos versos, vemos a El Eterno tomando pueblo de entre los gentiles sin anular a su pueblo físico y primogénito Israel que tiene un rol especial para con El Eterno. En Zacarías, naciones se unen a Hashem mientras EL habita en Jerusalén. De igual manera en Isaías, se levanta pendón a los pueblos (Ver Isaías 11 donde es el Mesías, la raíz de Isaí quien levanta este pendón a los pueblos) y son llamados “Pueblo santo” y a Jerusalén se le llama: “ciudad deseada”.

Ambos pasajes son de los días del Mashiaj y Jacobo los conocía muy bien. El texto de Amos también menciona a Hashem restaurando el reinado de David sobre Israel y haciendo que “los gentiles sobre los cuales mi nombre es invocado” lo busquen.

Mark Nanos apunta bien: “Como gentiles eran bienvenidos (sin circuncisión) pero no como paganos (sin observar la halaja de los gentiles justos)” (Mark Nanos, The mistery of Romans, pág. 173. Traducción libre)

En síntesis, Jacobo está de acuerdo con Pedro, Pablo y Bernabé: El Eterno no requiere que estas personas se conviertan en judíos vía circuncisión para tener parte en el mundo venidero. Ellos eran parte del pueblo celestial del Eterno, injertados en la familia de Abraham, receptores de las promesas espirituales hechas a Abraham.

Por los meritos de Yeshua, la simiente de Abraham, ellos gozaban de vida eterna y eran parte del pueblo de Hashem. En ellos se cumplía lo dicho a Abraham: “En tu simiente serán benditos todos los pueblos (goim) de la tierra” (Génesis 22:18).


¿Nada de Tora, algo de Tora o Toda la Torah?

Las últimas palabras de Jacobo han dado mucho de qué hablar, debemos de responder a la pregunta ¿Por qué Jacobo solo prohibió 4 cosas? ¿Cuál fue la intención de prohibir solamente 4 cosas? Ha habido muchas respuestas a esta pregunta.

La primera (mayoritariamente expuesta por autores cristianos tradicionales) dice que Jacobo solamente prohibió eso porque era lo necesario para “tener a los judíos contentos” y así los desligó de toda la Torah y al mismo tiempo mantuvo a los judíos “en paz”. Esta solución no trabaja debido a que los apóstoles prohibieron la fornicación y no creemos que lo haya hecho únicamente para “mantener a los judíos en paz” puesto que es una ley moral clara.

La segunda (propuesta por adherentes de la llamada “One law theology”) dice que Jacobo prohibió esto como el requisito mínimo, con el tiempo, cuando los gentiles crecieran espiritualmente en las sinagogas ellos terminarían de convertirse al conocer paulatinamente todos los preceptos. Esto no puede ser cierto porque en primer lugar, asumiría que Jacobo entonces no estaba de acuerdo con Pedro, Pablo ni Bernabé.

En segundo lugar, va en contra del resto de los escritos apostólicos que enseñan la diferencia de obligación de la Torah en judíos y gentiles, siendo el más claro el de Gálatas 5:3 donde se dice:“Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.” Lo contrario es cierto también: Todo aquel que no está circuncidado, NO ESTA OBLIGADO a guardar toda la Torah.

En tercer lugar, Jacobo no menciona ninguna paulatinidad en la carta que envía a las comunidades. No hay un “no se preocupen con esto en este momento” o “estad tranquilos, algún día ustedes lo harán cuando estén listos”. En lugar de ello tenemos informe que los apóstoles escribieron con respecto a cosas como el voto de Nazareo lo siguiente: “Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto” (Hechos 21:25. énfasis añadido). Por esto la propuesta de One Law Theology simplemente no cuadra con toda la escritura y el contexto histórico

La tercera dice que Jacobo estaba imponiendo sobre los discípulos gentiles lo que se conoce en el judaísmo como “Las siete leyes de los hijos de Noé”. Jacobo omitió los mandamientos obvios que todo ser humano sabe que son malos, incluso la sociedad romana, como el robo, el asesinato, la envidia, el mentir. No era necesario mencionarles a los no judíos que se sometieran a un tribunal de justicia pues estaban sometidos civilmente a sus autoridades y espiritualmente a ellos. Esta postura parece plausible pues reconoce que hay un mínimo requerido que era necesario mencionar explícitamente y que los demás eran, ya sea asumidos, o que se aprenderían después en las instrucciones.

La tercera dice que Jacobo estaba imponiendo sobre los discípulos gentiles lo que se conoce en el judaísmo como “Las siete leyes de los hijos de Noé”. Jacobo omitió los mandamientos obvios que todo ser humano sabe que son malos, incluso la sociedad romana, como el robo, el asesinato, la envidia, el mentir. No era necesario mencionarles a los no judíos que se sometieran a un tribunal de justicia pues estaban sometidos civilmente a sus autoridades y espiritualmente a ellos. Esta postura parece plausible pues reconoce que hay un mínimo requerido que era necesario mencionar explícitamente y que los demás eran, ya sea asumidos, o que se aprenderían después en las instrucciones.

Creo que tanto la tercera como la cuarta postura (o incluso una combinación de ambos) es la que refleja la opinión apostólica sobre cómo debían los gentiles de vivir. Los apóstoles claramente enseñaron dos cosas en Hechos 15 y fueron escritas a las comunidades gentiles:

  1. No es requerido la circuncisión y por tanto la conversión a judíos para ser salvos.
  2. Ellos no están obligados a la Torah en la misma medida que el judío. Ellos deben de guardar los mandamientos universales de la Torah (Las leyes de Noaj mas las leyes de la torah que aplican a toda la humanidad).Aparentemente para los apóstoles había mandamientos que eran obligantes para el judío y opcionales para el no judío. Si los gentiles quieren participar de Shabbat, días de fiestas u otras cosas que son parte de Israel pueden hacerlo si lo desean pero no están obligados a ellas.

    Conclusión.

    La torah no aplica de igual manera al judío como al gentil, la salvación no es por ser judío sino por la gracia en Yeshua HaMashiaj. Esta fue la legislación de Hechos 15 y esto explica porque el movimiento de Yeshua a pesar de que era algo judío tuvo esa proliferación. Explica porque Pablo era continuamente malinterpretado cuando hablaba de la Torah (ya que el enseñaba a los no judíos que no estaban obligados a “x” mandamiento y se pensaba que él enseñaba eso de los judíos también), explica porque el movimiento de Yeshua luego se volvió algo más allá de los limites de Israel.

    Explica cual es la intención del Eterno y como se deben de interpretar las cartas de Pablo: Son la respuesta de cómo los gentiles deben de vivir y su derecho a permanecer como gentiles justos, la circuncisión no es para salvación y ellos están seguros en Mashiaj.

    La salvación es por medio de Yeshua nuestro justo Mesías, luego de la salvación debemos de vivir rectamente delante de Elohim andando en sus mandamientos según aplica a cada caso. Los gentiles deben de guardar las leyes universales de la Torah, el judío los mandamientos que aplican al judío, los levitas los que aplican al levita, los hijos de Aarón los que aplican a ellos. Juntos formando una melodía de santidad delante de Hashem para que mande a su Mesías para causar la redención del mundo.

    ¡Que sea prontamente y en nuestros días!

    Con bendición
    Yitzjak

29 Oct, 2018

Hechos 15: antecedentes e Introducción.

¿Cuál es el tema principal de los cuatros evangelios? Sin duda alguna todos diremos la resurrección de Yeshua, es ahí a donde las cuatro narraciones nos llevan. Los evangelios contienen cosas importantísimas, pero lo importantísimo entre lo importantísimo es la resurrección de Yeshua, pues si Yeshua no resucito: “vana es nuestra fe”(1a Corintios 15:17).

¿Qué pasaría si nos hiciéramos la misma pregunta con respecto al libro de Hechos? ¿Cuál es el propósito principal? ¿Cuál es el suceso primordial que motivo a Lucas a escribir el libro o por lo menos el que fue el punto neurálgico del mismo? ¿Qué fue lo que le dio forma al libro? ¿Cuál es el suceso que marca el punto de referencia para el orden y el sentido de la narración? ¿Hacia adonde conducen los primeros capítulos? ¿Hay un hecho central, después del cual, todo lo que sigue tiene sentido o se entiende? ¿Hay algo en Hechos que nos ayude entender el desarrollo histórico de la fe en Yeshua?

Atreviéndome a entrar en la mente de Lucas, puedo decir que un suceso es lo más neurálgico: El concilio de Jerusalén y Hechos 15. Seguramente muchos estén pensando en que esto no es lo más importante (¡¡Isaac te olvidaste del derramamiento del espíritu santo!!) pero cuando vemos que todas las narraciones previas (el avance del movimiento de Yeshua, la conversión de Cornelio, la conversión de Pablo, su ministerio en las dos Antioquias) apuntan a Hechos 15 y como todo el resto del libro narra acontecimientos de Pablo, quien era el apóstol de los gentiles, entonces algo nos dice que Hechos 15 es muy importante en la narración de Lucas.

¿Por qué esto era importante? Hechos 15 ayuda a entender de donde surgieron las primeras controversias dentro del movimiento de Yeshua y como fue la resolución, como esta resolución impacto la universalidad del movimiento del Mesías y como esto explica la aplicabilidad de los mandamientos de la Torah. Para Lucas era importante pues era la nota que explicaba como los gentiles eran recibidos en las comunidades judías y como los creyentes judíos lo aprobaron.

Es por ello que Hechos 15 debe de ser muy importante para nosotros, este capítulo de la biblia impacta poderosamente en la manera en como uno entiende el resto de la biblia como pocos. Por ejemplo, muchos sectores en el cristianismo consideran que en ese concilio se discutió una pregunta: ¿Es necesario seguir observando la ley ahora que el Mesías ha venido? Y partir de la respuesta que ellos dan a esta pregunta, gira toda su teología.

De igual manera, algunos sectores dentro del movimiento de “Raíces hebreas” enseñan que lo que apóstoles dictaminaron ese día fue que los gentiles tienen que llevar un camino paulatino de conversión al judaísmo. En otras palabras: Los apóstoles enseñaron que los gentiles tienen que circuncidarse pero “todo se hará a su tiempo, sin forzarlos”. Al tener esta cosmovisión, virtualmente todos sus postulados giran en torno a esta idea

Nuestra idea de Hechos 15 impacta la mayoría de las áreas de nuestra creencia, nuestra creencia sobre la relación entre judíos y gentiles en el cuerpo del Mesías es formada mayoritariamente por este capítulo. Es debido a ello que debemos de acercarnos a este capítulo conociendo su contexto escritural, histórico y teológico para entender lo que paso en el concilio de Jerusalén. ¡Empecemos a estudiar el apasionante capitulo de Hechos 15!


Antecedentes de Hechos 15: Lo que pasó antes de lo que pasó.

¿Te imaginas si llegaras a una discordia bastante grande y no tuvieras los detalles de lo que paso antes? ¿Crees que estarías en condición de juzgar adecuadamente lo que está pasando? O peor aún, supón que SI sabes lo que pasó antes ¿Considerarías justo descartar eso y juzgar sin tener en cuenta los antecedentes? Claro que no, todos sabemos que los antecedentes de una disputa son importantísimos pues permiten tener una visión clara de lo que está en juego, el origen de la discusión, la coherencia de los resultados y las partes involucradas.

Esto es exactamente lo que tenemos que hacer antes de arribar a Hechos 15: conocer que causó el concilio. El ejemplo de la disputa es totalmente correspondiente pues Lucas dice:

“Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión.”(Hechos 15:2).

Hechos 15 no era una cita en la agenda de los apóstoles planeada como parte de sus reuniones periódicas. El concilio de Jerusalén surgió de una disputa, de una convulsión teológica, de un desacuerdo fuerte entre Pablo y Bernabé y ciertos judíos creyentes de Judea.

¿Qué generó esa disputa? Lucas nos informa: “Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.”(Hechos 15:1)

¿Qué generó esta opinión? ¿A qué hermanos dijeron esto? ¿Por qué esa importancia sobre la circuncisión? ¿Cuál era la creencia de Pablo y Bernabé? ¿Era esto también compartido por los apóstoles? ¿Qué había pasado antes para que generara esta reacción? ¿Era solo la circuncisión el tema? ¿El debate era sobre cómo los gentiles creyentes debían de vivir? ¿O era también de cómo los creyentes judíos debían de vivir? ¿Qué era y que NO era el objeto del debate? Estas preguntas serán contestadas al considerar el contexto de Hechos 15 y con la ayuda del Eterno podremos restaurar su significado.

¿Qué antecedentes debemos de considerar antes de Hechos 15? Escrituralmente debemos de considerar los dos antecedentes que Pedro, Pablo y Bernabé expusieron en el debate: La conversión de Cornelio y el ministerio de Pablo y Bernabé entre los gentiles.


La conversión de Cornelio.

“Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros;” (Hechos 15:7-8)

¿A quién se refería Pedro? Claramente se refería a la conversión de Cornelio y su casa acontecida en Hechos 10. ¿Cómo sabemos que se refiere a Cornelio? Por las siguientes razones:

  1. Kefa menciona que los gentiles oyeron la palabra de la buena nueva de arrepentimiento y perdón de pecados en Yeshua “por primera vez” por medio de él. Esto no puede ser una referencia a los samaritanos que recibieron la palabra, ellos oyeron por primera vez la palabra de la buena nueva por Felipe, no por Pedro (Hechos 8:5-13). De hecho, no se menciona a Pedro predicando sino únicamente orando e imponiendo las manos (Hechos 8:14-17). La referencia a la “primera vez” que los gentiles oyeron la palabra por medio de Kefa es inequívocamente el suceso de Cornelio.
  2. Pedro indica que esto era conocido por los creyentes de Judea al decir: “vosotros sabéis, “. Esto es referencia a la conmoción que surgió entre los creyentes de Judea al saber que Pedro había entrado en la casa de Cornelio (Hechos 11:1-3).
  3. Kefa menciona que Elohim (Dios) les dio el espíritu santo lo mismo que “a nosotros”, una clara referencia al suceso de Cornelio pues se nos dice: “Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.” (Hechos 10:44-46). Es el incidente de Cornelio donde la ruaj Hakodesh (Espíritu santo) se manifestó haciendo que hablaron en otros idiomas tal como había pasado al inicio con los apóstoles en Pentecostés (Shavuot) en Hechos 2.

¿Por qué es tan importante el incidente de Cornelio? Debido a que marcó un precedente importante en el cuerpo del Mesías: Hashem también ha dado salvación a los no judíos“Temerosos de Dios”, esto es a los de las naciones que temen a Elohim.

Cuando se da el debate, Pedro recuerda que no es nuevo el concepto de Elohim dando vida eterna, salvación o perdón de pecados a no judíos: Cornelio era la prueba viviente de ello. Cornelio no era un caso aislado, no era una excepción antojadiza del Eterno, no era la anomalía a ser evitada, era el precedente mediante el cual se podía saber que El Eterno aceptaba a los gentiles por su fe y purificación en Yeshua HaMashiaj.


El ministerio de Pablo y Bernabé y el origen del problema.

“Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles.” (Hechos 15:12)

¿Dónde habían hecho esto Pablo y Bernabé? Hechos habían predicado en las regiones de Antioquía y en las sinagogas de Galacia. Es bueno recordar que Galacia era una región (provincia romana) compuesta de varias ciudades, entre ellas Antioquía de Pisidia, Derbe, Listra e Iconio. Fueron en estas ciudades donde se desarrollaron los incidentes de Hechos 13 y 14 y en donde Pablo sufrió muchas persecuciones por causa de su mensaje de inclusión de los gentiles. Por ejemplo, en la sinagoga de Antioquia de Pisidia él dijo:

“Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a vosotros es enviada la palabra de esta salvación.” (Hechos 13:26).

Como hemos mencionado en otros lugares, el término “Temeroso de Dios” o “Yire Elohim” es una manera judía para referirse a un gentil que ha venido al Eterno Dios de Israel, teme su nombre pero no se ha convertido en judío vía circuncisión. Hay referencia a “Temerosos de Dios” en el Tanaj y en la tradición judía refiriéndose a gentiles que sin ser judíos adoran a El Eterno, por ejemplo:

“Casa de Israel, bendecid a El Eterno; Casa de Aarón, bendecid a El Eterno; Casa de Levi, bendecid a El Eterno; Los que teméis a El Eterno, bendecid a El Eterno.” (Salmos 135:19-20).

Después de mencionar a todo Israelita, a los levitas y a los sacerdotes hijos de Aarón, el salmista menciona otro grupo que no es ni sacerdotal, levita ni Israelita: Temerosos de El Eterno. Estos “Temerosos de Dios” eran bienvenidos en la sinagoga para que aprendieran del Eterno sin ser judíos.

En lo que parece radicaba el desacuerdo es si el estado de “Temeroso de Dios” era un estado momentáneo para a la postre convertirse en judío o si podía ser un estado permanente. Cuando Pablo dijo que la palabra de salvación en Yeshua era enviada también a los “hijos de Abraham y a los temerosos de Dios” su palabra fue recibida por muchos no judíos (Hechos 13:42) a tal grado que parece ser ¡Invitaron a sus amigos o familia! Leemos en Hechos 13:44

“El siguiente día de reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios.” (Hechos 13:44)

¿Cómo es que toda la ciudad llegó a la sinagoga de Antioquía de Pisidia? Muy probablemente porque los “Temerosos de Elohim” que estaban en la sinagoga los invitaron pues Pablo hablaría de esto el siguiente día de Shabbat. Algunos judíos tuvieron celo por el judaísmo pues quizás pensaban que al Pablo abrir la puerta a tanto no judío, entonces la asimilación estaba a las puertas. Su miedo era que si Pablo decía a los no judíos: “No tenéis que ser judío para ser salvo”entonces no tendría sentido ser judío. A parte de esto, muchos quizás pensaban que los “Temerosos de Dios” eran unos “ciudadanos de segunda clase” que tenían tarde o temprano que convertirse en judíos para ser plenamente aceptados por El Eterno. Es por ello que leemos:

“Pero viendo los judíos la muchedumbre, se llenaron de celos, y rebatían lo que Pablo decía, contradiciendo y blasfemando. Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra. Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.” (Hechos 13:44-48).

La historia se repitió en Iconio (Hechos 14:1-2), y en Listra (Hechos 14:19) donde Pablo y Bernabé experimentaron una gran conversión de gentiles pero también enfrentaron una persecución de los judíos que no creyeron y que veían en el mensaje de Pablo, una terrible amenaza. Esta amenaza era ya sea porque consideraban que los gentiles no podían ser salvos si no daban el paso a ser judíos, o porque pensaban que el mensaje de Pablo podía traer asimilación.

En ese contexto podemos darnos cuenta de cuál fue el problema que originó Hechos 15: El rechazo de la creencia que los gentiles pueden tener parte en el mundo venidero sin convertirse en judío. Debemos de recordar que cada vez que se menciona a la “circuncisión” no se hace por ser un mandamiento más. La circuncisión era el mandamiento que hacía la división entre quien es judío y quien no es judío.

Estos creyentes judíos celosos de la Torah y del pueblo pensaban que la inclusión de gentiles sin ser “viajeros de segunda clase” era inconcebible. A la larga, si adoras al Dios de los judíos, y crees en el Mesías de los judíos, parece razonable creer que debes de ser judío ¿No?

Pablo y Bernabé tenían buenas bases para creer que esto no era así: un gentil puede adorar a Hashem sin ser judío y tener parte en el mundo futuro por el perdón de pecados que Yeshua El Mesías concedió a todo el mundo.

Al abrirse la puerta a los gentiles para ser considerados hermanos en todo el sentido de la palabra, muchos judíos reaccionaron contra dicha posición. Daniel Lancaster expone claramente esto cuando nos dice:

“La religión que había sido previamente un club exclusivo estaba siendo repentinamente declarado abierto al público, no era necesaria una reservación de mesa, Ellos no levantaron objeciones hasta que vieron a los gentiles hacinando la sinagoga. Para la comunidad judía de Galacia de Antioquía de Pisidia, la ofensa de la cruz era la inclusión de los gentiles” (The holy epistle to the Galatians, Daniel Lancaster, First fruit of Zion, 1-800-775-4807, www.ffoz.org).

Al considerar estos antecedentes, Hechos 15 comienza a cobrar sentido. El problema era uno muy sencillo y al mismo tiempo muy complejo: ¿Puede un no judío tener parte en el mundo venidero sin hacerse judío y guardar las exigencias de la Torah como judío? Es por eso que en el primer verso de Hechos 15 leemos la opinión de la parte que contestaba “¡NO!” a esa pregunta y después leemos a la parte que contestó ¡SI! Ese es el tema de Hechos 15, al tenerlo en cuenta con todos los antecedentes podemos fácilmente restaurar su intención sin quitarle ni añadirle.

Parece ser entonces que no había consenso en el primer siglo sobre si los gentiles “Temerosos de Dios” podían permanecer así indefinidamente o si tarde o temprano debían dar el paso a ser judíos. Ya vimos capítulos enteros de Hechos donde la discrepancia se hace evidente, ahora veamos una historia del mismo tiempo (¡más o menos del mismo año en que Yeshua murió!) que puede arrojar más evidencia sobre ello.


Izates y su conversión.

Más o menos en los años cercanos a la muerte y resurrección de Yeshua, un rey llamado Izates se convirtió al judaísmo y su historia arroja mucha luz sobre la discrepancia que hemos mencionado. Daremos un breve resumen de la historia la cual puede encontrarse en su totalidad en el libro de Flavio Josefo, Antigüedades 20:2

El Rey de Adiabena, Monobazes, tuvo un hijo al que amaba mucho llamado Izates. El quería que fuese su sucesor pero temía que los hijos de sus demás esposas le hicieron daño por su obvia predilección. Para no correr riesgos, envió a su hijo a Abenerig, rey del campo de Espasina quien se hizo cargo de él, incluso le dio como esposa a su hija Simaco.

Al pasar el tiempo Izates conoció a un judío llamado Hanania (Ananías) quien lo introdujo en la fe judía. Izates llegó a convertirse de la idolatría al único Elohim verdadero y adoraba a Hashem según el judaísmo. Izates buscó circuncidarse pero Ananías lo impidió diciéndole que no era necesario, el podía adorar a Hashem sin ser judío y guardando los demás mandamientos. El llegó a decirle que: “las leyes ancestrales de los judíos eran más importantes que la circuncisión” (Antigüedades 20.2.4).

El padre de Izates murió para ese tiempo dejando a Izates como el rey sucesor. Ananías y la madre de Izates, Elena, también añadieron que no era sabio que él se convirtiera al judaísmo pues sus súbditos podrían ver con malos ojos a un rey que siguiera costumbres extranjeras y que fuera judío. En síntesis, Ananías y Elena querían que Izates fuera un “Temeroso de Dios” y no un “prosélito”.

Sin embargo, otro judío de nombre Eleazar llegó donde Izates y lo convenció de circundarse pues estaba haciendo una “gran impiedad” al permanecer circuncidado. Josefo nos dice las palabras de Eleazar las cuales fueron:

“Tú ignoras que estás cometiendo la mayor ofensa contra las leyes y por consiguiente contra Dios. No basta con leerlas, es necesario ante todo cumplir lo que ellas ordenan. ¿Hasta cuándo seguirás incircunciso? Si hasta ahora no has leído lo que dice la ley sobre la circuncisión, léelo de inmediato para saber lo grande que es tu impiedad.”(Antigüedades 20.2.4)

Por la influencia de Eleazar, Izates mando a buscar a un médico y este lo circuncidó convirtiéndose al judaísmo. Izates goza de un lugar en la literatura rabínica como un hombre que hizo muchos bienes al pueblo y se circuncido.

Tal como Ananías, Pablo y los apóstoles sufrían un mismo problema: ellos predicaban que no era necesario ser judío para adorar a Hashem y ser aceptado por él y otros después de ellos venían y hacían sentir mal a los hermanos indicando que la circuncisión no era una opción. Al igual que Eleazar, ciertos creyentes de Judea decían a los gentiles que la circuncisión (esto es la conversión a judío) era absolutamente necesaria.


Conclusión.

En esta primera parte sobre Hechos 15 hemos visto los antecedentes del concilio, el origen del problema, y cual era este: La discordia sobre la inclusión de los gentiles ¿Debían tarde o temprano convertirse a judíos y guardar toda la Torah si o no? El incidente de Izates da más contexto sobre la falta de consenso dentro del judaísmo del primer siglo sobre los gentiles que adoraban a Dios.

En el próximo estudio, veremos cuál fue el desarrollo del concilio y la conclusión de Ya’akov el hermano del Señor quien legisló para todo el movimiento al ser la cabeza del mismo. Mientras tanto recordemos las sabias palabras de Pedro quien tenía toda la razón cuando dijo: “Antes creemos que por la gracia del Señor Yeshua seremos salvos, de igual modo que ellos.”(Hechos 15:11).

Es por su gracia, por su sangre derramada como el justo sufriente que podemos tener acceso al trono de la gracia, el es nuestro Mesías quien fue apartado desde antes de la fundación del mundo para darnos vida y ser el medio de perdón de pecados, tanto para judíos como para gentiles. En su nombre y en su sangre hemos sido declarados “Hijos de Elohim”.

Con bendición
Yitzjak

29 Oct, 2018

Daniel Tzión: El creyente en Yeshua en la segunda guerra mundial

Sin duda alguna, uno de los pioneros en la fe mesiánica de nuestros tiempos ha sido el célebre Rav Daniel Tzión. Puede que muchos no hayan oído su nombre pero ninguna lista de judíos creyentes en Yeshua está completa sin el incansable Rabino Búlgaro.

El Rav Daniel Tzión nació en Tesalónica en 1883, en el seno de una comunidad judía y se convirtió en 1918 en el Rabino líder de la comunidad de Sofía en Bulgaria. Daniel Tzión tuvo una gran participación durante la segunda guerra mundial como veremos, es más es el líder judío creyente en Yeshua más famoso por su rol en salvar judíos de los nazis.

El 23 de Enero de 1941 se publicó en Bulgaria la ley de “Protección a la nación” que no era nada más que un cúmulo de leyes antisemitas para limitar la libertad de los judíos y aislarlos de la sociedad. El 1 de marzo del mismo año las fuerzas de los nazis entraron en Bulgaria para protegerla de un ataque de los aliados. El 12 de julio de 1941 el Rey Boris III firmó una ley para hacer que los judíos pagaran un impuesto de contribución.

El 29 del mismo mes, el rey prohibió que los judíos fueran ingenieros, arquitectos, abogados, etc. Las cosas empeoraban más y más y pronto los judíos estaban a punto de ser enviados a los campos de exterminio de Polonia.

Rav Daniel Tzión reunió a todos los judíos en la sinagoga de Sofía para orar para que el terrible mal fuera revocado por Hashem, Daniel dijo en aquella reunión a la comunidad judía que era mejor morir en Bulgaria que en Polonia, cuando la reunión terminó, la policía estaba afuera y atacó a la comunidad y arrastró a 250.

La comunidad fue a hablar con el arzobispo ortodoxo Stephen quien era muy amigable con la comunidad judía. El les prometió hablar con el rey para interceder por ellos y evitar ser deportados.

El Rav Daniel fue humillado en público cuando soldados lo azotaron enfrente de la sinagoga de Sofía. El célebre Rav sufrió en carne propia los horrores del antisemitismo nazi pero no se debilitaba en ayudar a sus hermanos a escapar.

Cuando la suerte estaba echada, Rav Daniel Tzion y su secretario Anski escribieron una carta al rey de Bulgaria. En su carta, Rav Daniel, rogaba “en nombre de Yeshua” no permitir que los judíos salieran de Bulgaria, el Rav le advertía de una visión que había tenido, que Yeshua mismo le ordenaba reconvenir al Rey para evitar enviar judíos a Polonia y Alemania.

¿Cómo fue que Rav Daniel Tzión vino a la fe en Yeshua? Su amistad con el arzobispo Stephen fue un factor y también ciertas conversaciones Dunna, un extraño místico creyente. Sin embargo lo que más le impactó fue una lectura de los escritos apostólicos y una visión que tuvo de Yeshua mismo, el luego explicó en una entrevista:

“Hace más de 20 años que tuve la primera oportunidad de leer el nuevo testamento. Me influenció grandemente, No pienses que he dejado mi judaísmo. Todo lo contrario, me he mantenido judío, y me he convertido en más judío porque Yeshua mismo se mantuvo judío”.

Su fe en Yeshua fue algo totalmente secreto al principio y luego fue publicada a la comunidad. Después de entregar la carta al Rey Boris, el rey se reuniría con Hitler mismo en los días siguientes. El rey Boris no cedió ante las presiones y rehusó entregar a los judíos en sus manos. El Rav Daniel Tzión reunió a su congregación les dijo: “Dios ha escuchado nuestras oraciones”, el célebre Rav salvaba miles de judíos de los campos de exterminio nazi y se ganaría el respeto eterno de los judíos Búlgaros.

En 1944 el gobierno de Bulgaria fue derrotado por los rusos y Rav Daniel siguió siendo el rabino líder de Bulgaria hasta 1949 cuando emigró a Israel.

En Israel, El Rav fue el líder unánime de los judíos búlgaros, en 1954 fue invitado a formar parte de una corte rabínica en Jerusalén; sin embargo rumores sobre su creencia en Yeshua como Mashiaj empezaron a circular. El Rabí Shemuel Toledano lo mando a llamar para pedirle una explicación, el Rav Tzión le dijo que aceptaba a Yeshua como Mesías pero que no reconocía al cristianismo como la verdadera expresión de su enseñanza y su persona. Al pedirle que tan solo lo mantuviera en secreto, el se negó. Al hacer eso tuvo que comparecer ante una corte rabínica.

Delante de ellos, el Rav Daniel dijo que estaba dispuesto a renunciar a todo honor por El Mesías “mi amigo”, esto le costó su título formal de Rabino; sin embargo los judíos búlgaros lo siguieron honrando como su rabino. El siguió oficiando en una sinagoga en Jaffa Israel donde hablaba a un grupo selecto de discípulos sobre Yeshua en horas libres en Shabbat.

Rav Daniel dejó este mundo a los 96 años siendo enterrado con honores militares y de estado y como “el líder de los judíos búlgaros” quien los salvara de los nazis. Hasta el último dia vivió como judío ortodoxo y como creyente en Yeshua.

Pueda su recuerdo ser bendito.

Con bendición
Yitzjak Bonilla Castellanos

29 Oct, 2018

El amor a Elohim desde la perspectiva hebrea

El mandamiento más grande en la biblia es el shema Israel en donde está escrito: “Y amarás a YHWH de todo tu corazón, de toda tu alma y de todas tus fuerzas” (Devarim 6:5), el amor es algo frecuentemente malinterpretado en círculos sociales y religiosos. Si hacemos una encuesta a diferentes personas la mayoría dirán que aman a Elohim.

¿Cuál es el problema? El desconocimiento de en realidad como es el amor a Elohim ¿Cómo luce? ¿Cómo se ama a Elohim? ¿Es un sentimiento? ¿Es una acción? ¿Es subjetivo u objetivo? Si dos personas hacen cosas opuestas ¿Quién ama en realidad a Elohim? ¿Qué es el amor a Elohim desde la perspectiva judía?

El amor a Elohim tiene que abarcar todo nuestro ser, de ahí que la Mishna diga que hay que amarlo por lo bueno y lo malo, aun si nos quita nuestra vida con todos nuestros bienes. A pesar que el shema dice: “con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas” la unidad del ser humano se pierde. Podemos distinguirlas pero no podemos separar esas partes.

En la visión hebrea el amor a YHWH está compuesto de un sentimiento profundo hacia él y también de acciones concretas que muestran ese amor. El Rambam dice: “¿Cual es la manera que deberíamos amar a Dios? Deberíamos amar con amor ilimitado y abrumador, hasta que nuestra alma se convierta en algo permanentemente atado a Dios como quien está enfermo de amor y no puede sacarse de la mente a la mujer que ama, sino que siempre piensa en ella-cuando se acuesta o cuando se levanta, come o bebe. Aun mas grande que esto debería ser el amor a Elohim en los corazones de quienes lo aman, pensando el él constantemente, como nos mandó” (Messiah journal 110, Russ Resnick, ffoz, pág. 25).

Efectivamente, el judaísmo considera el amor a Elohim como un profundo amor que nos lleva a pensaren el siempre, no poderlo sacar de nuestra mente y siempre tenerlo presente en todas las circunstancias. Ahora, el amor a Elohim debe tener un aspecto visible, palpable y rastreable. Debido a ello, el judaísmo considera que el amor a Elohim incluye observar sus mandamientos.

Uno de nuestros padres en la fe lo expresó claramente: “Y en esto sabemos que lo hemos conocido: si guardamos su mandamientos. El que dice: Lo he conocido, y no guarda sus mandamientos, es mentiroso” (1a Yohanan 5:3-4).

Y otra vez: “porque éste es el amor a Elohim para que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos” (1a Yohanan 5:3)

Yeshua dijo: “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi padre y permanezco en su amor” (1a Juan 15:10). Para la visión hebrea el hombre interior o espiritual no se divorcia del hombre exterior o corpóreo. No hay dualismo en nuestra santidad, tanto el sentimiento como el accionar son parte del amor, el segundo siendo el resultado visible del primero.

El Rab Pinchas Lapide dice: “Sin embargo para los judíos, amar a Dios sin obras que agraden a Dios, es hipocresía, tontería vacía”. En palabras de Yeshua: “Por sus frutos los conoceréis” (The sermon of the mount: Utopia or program for action, pág. 31 ).

Un verdadero amor se manifiesta en procurar guardar los mandamientos de Elohim, esto no significa obviamente perfección moral, el mismo Juan dirá: “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos” (1a Juan 1:8). Lo que implica una constante por tratar de vivir en los estándares de Dios y en una vida de santidad y mejoramiento constante.

Muy a menudo, la cristiandad tradicional, ha visto el amor a Dios como algo opuesto y contrario a la observancia de la torah. Por ejemplo, comentando a las filacterias, el vocabulario teológico del antiguo testamento dice: “La judería posterior tomó estos frontales en una manera ostentosa y fueron reprendidos por Jesus”(Laird Harris, Gleason L Archer, Jr. Y Bruce K.Wahlke,”Teological wordbook of the old testament”, 1:341).

Los autores lastimosamente fallan en entender que Yeshua no criticó la observancia literal ni de tefilim ni de tzitzit sino la actitud de algunos en su época(Mateo 23:5). Russ Resnik, acertadamente indica, que Yeshua también criticó aspectos de la oración, el ayuno y las dádivas a los pobres (Messiah Journal 111, “Shema: Living the great commantment”. Russ Resnik, FFOZ, pág. 72). ¿Piensan los autores que Yeshua también abolió la oración, el ayuno y la tzedaka? ¿No será que el criticó la actitud y no la obra o acción misma?

Esto ha hecho un gran daño al nombre del eterno en el mundo, todo creyente debe amar a Elohim y servirle con obediencia. “Por sus frutos los conoceréis” sigue siendo una palabra viva para nosotros. Aquellos que hemos nacido de nuevo y hemos aceptado la soberanía de Elohim, debemos obedecerlo. Ese es el resultado lógico y esperado de una fe que salva.

La Mishna Berajot 2:2 dice: Dijo Rabí Yehoshua Ben Korha, “Por qué precede el pasaje de la shema al de Y sucederá[si guardáis mis mandamientos]? Para que uno pueda aceptar primero sobre sí mismo el yugo del reino de los cielos y después pueda aceptar el yugo de los mandamientos”.

Así como Moshe sacó a nuestro pueblo de Egipto para servir a YHWH, Yeshua nos salvó para obedecer a YHWH. Sea la voluntad del Elohim altísimo que todos aquellos que dicen haber sido salvados por él, vivan su salvación amándolo y obedeciéndolo.

Con bendición
Yitzjak Bonilla Castellanos

29 Oct, 2018

Siendo positivos en la tierra del pesimismo

“Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad” Wiston Churchill.

¿Es difícil ver lo blanco en lo blanco? ¿Es difícil mantenernos optimistas ante la felicidad? ¿Es duro ser positivo cuando todo va bien? La respuesta a todas estas preguntas es obviamente no. Las preguntas anteriores son ridículas tonterías claras pero nos sirve para recordar nuestros momentos tontos y necios de pesimismo.

No cuesta ser pesimista en tiempo de bonanza, el reto es ser optimista en tiempos de estrechez. Muchos seres humanos parecen estar amargados y con una perspectiva sombría del mundo, tienen muchas razones para estarlo de hecho, de hecho, ignorar lo malo es necedad, ignorar al que nos promete vencer al mal lo es aun mas.

¿Qué nos dice la biblia sobre los optimistas? ¿Acaso se encuentra es sus páginas el optimismo? La respuesta es sí y por montones.

Nuestra posición como hijos de Elohim por el nombre de Yeshua El Mesías, nos hace merecedores de un optimismo insuperable. Para cada hijo de Elohim no hay opción en el pesimismo. La biblia dice: “A los que aman a Elohim, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28).

Es sumamente importante centrarnos siempre en lo que Elohim ha dicho en su palabra para hacerle frente a los embates de la vida. Todos los grandes líderes de la biblia en su apogeo fueron optimistas, el rey David dice: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno pues tú estás conmigo”.

¿Por qué es que la gente no puede ser optimista? En el caso de la gente natural, que no cree en Elohim, la razón es que se dejan llevar por el mal que ven sus ojos. Para ellos nada trasciende lo natural y lo real. El ateo Beltrand Rusell dijo: “Todo lo que nos queda es una absoluta desesperación”, la persona natural no entiende las cosas espirituales tal como está escrito:

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Ruaj de Elohim, porque para él son locura y no los puede entender porque se han de discernir espiritualmente” (1a Corintios 2:14). Debido a ello, el pesimismo no es muy difícil en alguien que no cree en Dios. Eso explica porque el incrédulo no es optimista, pero ¿Manda la biblia a ser optimistas? ¿Por qué algunos (la mayoría) creyentes no lo son?

El optimismo es la capacidad de ver positivamente la vida, para el judaísmo el mandato de ser optimistas se encuentra en la primera palabra dicha en el monte Sinaí: “Yo soy YHWH tu Elohim que te saque de la tierra de Egipto”. ¿Qué tiene que ver esto con el optimismo? Si creemos que Dios tuvo el poder para vencer a Egipto y librarnos, creemos que es bueno y poderoso para llevar las cosas y hacerlas trabajar para bien.

De ahí la famosa frase hebrea “gam zu letovah”, también esto es para bien. La primera palabra nos recuerda el mandato de ser optimista. Golda Meyer dijo: “El pesimismo es un lujo que no podemos darnos”, la fe en Elohim es la clave de nuestro optimismo.

Pablo dice, estando en una prisión: “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación” (Filipenses 4:11), pocos versos definen el optimismo de un judío o gentil justo como este. No importa la situación, tenemos que gozarnos en El Señor, pues él hace todo para bien.

¿Por qué algunos creyentes no son optimistas?

1. Nuestro pesimismo se debe a nuestros altos y bajos.
2. Desconocimiento de la palabra de Elohim.
3. énfasis en lo negativo.
4. Desconocimiento de nuestra identidad en Mashiaj.

Admitámoslo, hasta los más grandes tuvieron romances fugases con el pesimismo, ¡Moshe y Eliyahu solicitaron a Hashem que les quitara la vida! Nuestra humanidad y falta de visión espiritual hace esto.

Otro factor es el desconocimiento de la palabra del Eterno, algo más nos llena. Si fallamos en introducir la luz y la alegría de la palabra de Elohim, las tinieblas y la tristeza de afuera nos inundarán. Una manera de vencer nuestra negatividad es el estudio de la Torah.

El tercer factor es la diferencia entre un optimista y un pesimista, el optimista dirá: “estamos cerca”, el pesimista dirá: “aun no llegamos”. En la vida hay cosas buenas y malas “debajo del sol”, si concentramos nuestra atención en lo bueno veremos lo malo como un parásito entrometido.

El último factor es el desconocimiento de lo que soy “En Mashiaj”. En Mashiaj soy “una nueva criatura” (2a Corintios 5:17), “Estoy sentado en lugares celestiales con él” (Efesios 2:6), soy “luz del mundo” (Mateo 5:14), somos “embajadores de Mashiaj” (2� Corintios 5:20), soy “hijo de Elohim” (Juan 1:12) y “nada puede separarme del amor de Elohim” (Romanos 8:39). ¿Cómo podríamos ser pesimistas si recordáramos esto siempre?

El pesimista por más que la luz caiga sobre él, siempre verá tinieblas. Tenemos que aprender a vivir como hijos de Elohim sabiendo que ¿El que no escatimó ni a su propio hijo, como no nos dará con él todas las cosas?

Hagamos frente a la vida sabiendo que no estamos solos pues él ha dicho: “No te dejare ni te desampararé” (Hechos 13:5).

Con bendición
Yitzjak Bonilla Castellanos

29 Oct, 2018

La Besorah

La Besorah: ¿Es el evangelio algo inventado por los evangélicos?


Una opinión muy común es la creencia que considera al “evangelio” algo del nuevo testamento exclusivamente o incluso algo que caracteriza al cristianismo evangélico. ¿Es eso cierto? ¿Es el evangelio únicamente evangélico? ¿Puede decirse que el evangelio tiene sus orígenes en el judaísmo? Veremos las respuestas a esas preguntas a continuación.

Una opinión muy común es la creencia que considera al “evangelio” algo del nuevo testamento exclusivamente o incluso algo que caracteriza al cristianismo evangélico. ¿Es eso cierto? ¿Es el evangelio únicamente evangélico? ¿Puede decirse que el evangelio tiene sus orígenes en el judaísmo? Veremos las respuestas a esas preguntas a continuación.

La palabra besorah significa “Buenas nuevas”, incluso la palabra inglesa gospel viene del inglés antiguo “GodSpell” que significa “buena historia” o “buena noticia”. En numeroso lugares del Tanaj se habla de “buenas nuevas” dadas a Sion y la palabra Besorah está íntimamente relacionada a la venida del Mashiaj.

La palabra es encontrada en Isaias 40:9, 52:7, 60:6, 61:1. Veremos verso por verso y veremos su relación con el Mashiaj.

  • Isaías 40:9 El verso de buenas nuevas dadas a las ciudades de Judah diciendo que YHWH estará con Tzion como un pastor, si vemos el contexto en el verso 3, está el conocido verso que dice: “Una voz que clama en el desierto; preparad el camino a YHWH” ese verso fue aplicado a Yojanan el Bautista y el anuncio de la buena nueva que El Mashiaj estaba a las puertas juntamente con el reino de Elohim.
  • Isaías 52:7 El famoso verso “Cuan hermosos son los pies del que trae la buena nueva” está íntimamente ligado con la redención de Israel y el Mashiaj. La buena nueva que se le tenía que dar a Tzion es que la salvación (Yeshua) viene y que Elohim reina, en otras palabras: El reino de YHWH será implantado en ti y veras la salvación, la paz de tu Elohim. Esa es la “Besorah”, el evangelio diciéndolo en términos griegos. Shaul utiliza este verso como una clara alusión al “evangelio”. Shaul cita este verso en romanos 10:15 y luego dice en romanos 10:16: “Pero no todos obedecieron el evangelio”. En Isaías la buena nueva es que la Yeshua(Salvación) de Elohim está por venir por medio de aquel de quien se ha dicho “He aquí mi siervo prosperará”. (Isaías 52:13).
  • Isaías 60:6 En este pasaje gente de Madian, Efa y Saba vienen a dar oro, incienso a Israel, los gentiles serán impactados y aún los más enemigos acudirán a la luz por la gloria de YHWH. Mattityahu probablemente tiene en su mente este pasaje en el capítulo 2 de su libro. También los gentiles vendrán al Elohim de Israel pues su luz (aquel que es la luz del mundo) es la luz de las naciones (Isaías 42:9).
  • Isaías 61:1 El espíritu de Adonay ungirá al Mesias y lo primero que será su tarea es: “Me ha enviado a predicar buenas nuevas”. Es por ello que Yeshua al iniciar su ministerio dijo: “El tiempo se ha cumplido y el ¡Reino de Elohim se ha acercado! ¡Arrepentíos y creed en la buena nueva!”. La buena nueva era que si Israel se arrepentía como nación, el reino de Elohim (La era mesiánica) sería instaurado en breve. El reino de Elohim estaba cerca, como nunca antes. Por eso Yeshua predicaba “El evangelio del reino” (Mattityahu 4:23).

La besorah no pudo haber sido algo inventado por Yeshua o por los cristianos posteriores. Si Yeshua le decía al pueblo que debía “creer en la buena nueva”, el pueblo debía saber que era esa “buena nueva”. Hasta este momento Yeshua no ha dicho que morirá por nuestros pecados. La buena nueva en el inicio de la predicación de Yeshua era: Arrepiéntanse, si lo hacen el reino de Elohim se manifestará.

Facetas del Evangelio

Nacional (Isaías 52:7, Mateo 4:23)
Individual (1a Corintios 15:1-4)

La Besorah: Nuestro Anuncio

El mensaje de la redención de Israel, del reino de Elohim en la tierra, del perdón de pecados y la liberación de la muerte se resume en una palabra hebrea: Besorah. Como vimos la semana pasada Besorah significa buenas nuevas, buenas nuevas del plan de redención de Elohim para Israel y el mundo.

El Mashiaj vino predicando la besorah como estaba profetizado en Yeshayahu 61:1-2. La buena nueva de la redención del mundo fue dada a Abraham abinu, como se dice en Gálatas 3:8. Con Yeshua la buena nueva fue ante nuestros ojos, como se dice en los registros apostólicos.

La pregunta necesaria viene a nuestra mente: ¿Cuál es mi relación con la Besorah (evangelio)? ¿Cuál es mi llamado? ¿Cómo puedo hacer mi tarea apropiadamente? Esas preguntas serán brevemente tratadas en esta oportunidad.

En palabras simples, la Besorah es nuestro mensaje. Shaul Hashaliaj nos dice que la besorah es descrita en Yeshayahu como “Nuestro anuncio”, tal como está escrito: “Más no todos obedecieron a la besorah; pues Yeshayahu dice: Señor quien ha creído a nuestro anuncio?” Romanos 10:16

La besorah es nuestro mensaje, debemos saber que no es el mensaje del cristianismo protestante, la besorah, la besorah completa con Tanaj y el Mashiaj es nuestro mensaje.

Hemos sido llamados a predicar cada uno de los aspectos de la torah (hechos 13:32) Eso fue lo que Shaul y Bar Nava hicieron en la sinagoga. Cada vez que tomamos en serio el mensaje de la besorah se dice que “Hermosos son tus pies”.

Nuestro llamado es predicar la besorah a cada persona, tener comunión en la besorah y vivir en la besorah. Si la persona es alguien completamente apartada de Elohim debemos hablarle del arrepentimiento y perdón de pecados, si la persona es nacida de nuevo en el protestantismo debemos hablarles sobre las raíces hebreas judías de su fe y la redención de Israel para conocer mejor al Mesías judío. Siempre hay un aspecto de la buena nueva que compartir.

Muchas veces es creído que la buena nueva únicamente es el mensaje inicial de la conversión, ciertamente es más que eso, Shaul les dice a los Filipenses que ellos tenían “comunión/participación” en la besorah (Filipenses 1:5) desde el primer día hasta ahora la buena nueva es algo que debe ser constante en nuestras vidas.

Para ser efectivos debemos conocer bien los fundamentos del mensaje de Yeshua y estar bien preparados.

1. Conocer los fundamentos

2. Presentar la besorah en términos entendibles (Hechos 13 y Hechos 17)

3. Hacerlo con mansedumbre (1a Kefa 3:15)

La escritura dice: “Bejesed veemet yjupar Aven” con gracia (Bondad) y verdad se corrige el pecado. Un alma noble en busca de respuestas no merece respuestas soberbias.

4. Ir despacio pero con perseverancia: Después de dos mil años de anti torah es un poco apresurado querer que el mundo entero se convierta en un movimiento “novedoso” para ellos. Un maestro judío-mesianico dijo una vez: “Predicaba sobre la dieta kosher y me citaban hechos 10, luego predique sobre las fiestas y me citaron colosenses 2, iba a predicar sobre el Shabbat y hebreos fue usado como una silla de lucha libre”. Hay que admitirlo, la terea de restaurar la besorah de Yeshua no es fácil, nadie dijo que lo fuera. Lo que debemos hacer es lo que nos ha enseñado: Plantar semillas.

5. Orar.

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