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Un verso frecuentemente malinterpretado en la mayoría de la cristiandad es el pasaje de Galatas 3:10 donde se dice:

“Porque todos los que dependen de las obras de la Torah están bajo maldición, pues escrito está:Maldito todo aquel que no permanece en todas las cosas escritas en el libro de la torah para hacerlas” (Galatas 3:10).

La interpretación tradicional indica que ningún creyente en Yeshua debe ya guardar la torah, si lo hace, estaría poniéndose solo bajo una maldición. El vino para redimirnos de la maldición de tener que guardar la ley de Moises ¿Es cierto que todo aquel que guarda la torah está bajo maldición? ¿Es cierto que Yeshua nos libró de la maldición de guardar la torah? ¿Hay alguna interpretación alterna que encaje mejor con la lógica y la escritura? En este estudio profundizaremos en este importante tema.

La interpretación tradicional falla en considerar numerosos problemas que surgen de la misma explicación dada al pasaje.

En primer lugar, se pasa por alto la incoherencia lógica y ética que surge con dicha interpretación- Preguntémonos ¿Están bajo maldición todos los que guardan algún mandamiento de la torah de Moisés? ¿Cuándo alguien honra a su padre y a su madre, no miente, no adultera, no jura falsamente, etc, está bajo maldición? ¿Es maldición guardar un mandamiento dado por Elohim a toda la humanidad? ¡Absolutamente no! Claramente no es esto lo que Shaul de Tarso (Pablo) tenía en mente.

En segundo lugar, el verso pierde de vista una palabra clave, esta palabra es “depender”. Tal parece que guardar un mandamiento no es estar bajo maldición; Pablo dice que los quedependen de las obras de la torah están bajo maldición. A partir de ahí se tiene que diferenciar comprender que Shaul no está hablando de aquellos que guardan los mandamientos de Elohim por amor y obediencia sino aquellos que dependen de ellos para algo ¿Qué es ese algo?.

Esta pregunta da lugar al tercer punto de análisis sobre el pasaje, este punto es de donde se debe partir siempre a la hora de interpretar un texto: Su contexto. ¿Cuál es el contexto del verso? El contexto es la justificación, es decir la declaración de justicia hecha por Elohim a cada individuo. Pablo deja claro en el contexto que Avraham fue justificado por la fe (Gálatas 3:8) también que la escritura prometió que YHWH justificaría por la fe a los gentiles (3:9). La justificación siempre ha sido obtenida por fe, nosotros no damos el ancho para merecer la justificación o la salvación. El rey David dijo en el Salmo 143:2 “porque no se justificará delante de ti ningún ser humano” el profeta Habacuc dijo: “El justo por la fe vivirá”.

Después de decir esto, Shaul dice que los que dependen de la Torah para su justificación delante de Elohimestán bajo maldición. Esto es porque depender de nuestra capacidad para guardar la torah (ley) de Elohim para obtener justificación y salvación es querer alcanzar algo imposible. Ningún ser humano da el ancho para guardar la tora perfectamente. Es por eso que Yeshua dijo, contestando la pregunta ¿Quién podrá ser salvo?“Para los hombres es imposible, pero para Elohim todo es posible” (Mattityahu [Mateo] 19:26).

Si la justificación depende de mi capacidad de guardar la torah, tengo la maldición de no dar el ancho y no permanecer siempre en obediencia a Elohim. Es esta maldición a la que Pablo se refiere: Guardar mecánicamente los mandamientos de la Torah como un mecanismo para obtener salvación. Los que dependen de la torah y sus buenas obras están bajo la maldición de nunca dar el ancho.

Cada pecado que hemos hecho es suficiente para separarnos de la gloria de Elohim y de hacernos merecedores de muerte eterna (Romanos 3:23, 6:23), la ley de Elohim es la expresión de su santidad y justicia. La justicia dice que la consecuencia del pecado es muerte. Es de esa maldición (del castigo de la justicia de Elohim expresada en la Torah) que el Mesías nos libró, no de la Torah en sí misma.

Si un juez me perdona por un delito que hice, no significa que a partir de ese momento el declaró abolida la ley que transgredí. Su perdón, no significa la abrogación de la justa ley. De igual manera, el Mashiaj me libro de la maldición que mi pecado hizo, todas las veces que yo transgredí un mandamiento de la Torah me hice merecedor a la maldición de muerte espiritual. Fuedel castigo eterno de la justicia de Elohim que Yeshua me libró, no de la necesidad de obedecer a la ley de Elohim por amor y obediencia a él.

En síntesis el Mesiás no me libro de la Torah (De hecho, el dijo claramente que hasta que pasen el cielo la tierra seguirá vigente Mateo 5:17) sino de la maldición de desobedecer la Torah (pecado).

La torah nunca pretendió ser un sistema de créditos para ganar salvación sino una guía para que los hijos de Elohim obedezcamos a Elohim, no para ser salvos sino porque ya lo somos. No para alcanzar salvación sino para obedecer a nuestro Padre como él lo ha pedido. El problema que Pablo combatió no fue la Torah sino aquella noción que la Torah era un instrumento para alcanzar salvación. Si yo le dijera a Pablo: “debo de guardar la torah para ser salvo” él estaría en total desacuerdo; por otro lado si le dijéramos “debo de guardar los mandamientos de la torah que aplican a mí para obedecer a mi Elohim quien me salvo por medio de su hijo” estaría totalmente de acuerdo.

La Torah no es una maldición, torcerla y convertirla en lo que no pretendió ser, si lo es. Digamos junto con el salmista: “Abre mis ojos y mirare las maravillas de tu Torah”.

Con bendición
Isaac Bonilla Castellanos.

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