La Torah manda en Vaikra (Levítico) lo siguiente: “Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla (Omer) por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. Y el sacerdote mecerá la gavilla (Omer) delante de YHWH, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá. Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a YHWH.” (Levítico 23:10-15)
Es un precepto de la torah, contar desde el día que sigue al Shabbat de la semana de Azimos hasta llegar a Shavuot, el cual será el día 50 de la cuenta. Es debido a eso, que todos los judíos observantes, inician la cuenta del Omer en la semana de la fiesta de panes sin levadura, hasta su conclusión en Shavuot.
Se ha discutido mucho sobre cuál debe ser el inicio de la cuenta del Omer. Desde los días de los shelijim, los saduceos y los fariseos discutían sobre el Shabbat mencionado el levítico 23:15 ¿Es Shabbat semanal o Shabbat festivo (esto es el 15 de nisan, el primer día de la fiesta de Azimos)? Saduceos y fariseos antes, y hoy, caraítas y rabanim, el debate lleva 2000 años. En esta ocasión no hablaremos sobre el tema de la cuenta correcta, sino sobre el significado espiritual y la relevancia mesiánica de la cuenta.
Significado de la cuenta del Omer
La Torah nos pide contar desde el día siguiente al Shabbat hasta Shavuot. ¿Qué buscaba la Torah? Nuestros jajamim enseñan que es para enfatizar que no hay “verdadera libertad física sin santidad (libertad espiritual)”. Pesaj es la época de nuestra libertad (Heb. Zeman Jerutenu) y Shavuot es la época de la entrega de la Torah (Zeman matan torateinu). La libertad física no era el fin del proceso, era el inicio del proceso de la redención de Israel.
YHWH dijo a Paro:“Deja ir a mi pueblo para que me sirva”(éxodo [Shemot] 8:1). La libertad tenía un propósito, el propósito era el servicio del pueblo en el monte de Elohim. El ángel de Adonay dijo a Moshe: “cuando hayas sacado de Egipto al pueblo serviréis a Elohim sobre este monte” (Shemot 3:12).
La libertad de mitzraim (Egipto) tenía un propósito: hacer que el pueblo sirviera a YHWH. La libertad no es la ausencia de reglas, eso es anarquía o libertinaje. Libertad es hacer lo correcto sin que nadie nos lo impida. Para enfatizar este aspecto la Torah nos dice que contemos ansiosamente hasta Shavuot, para enseñarnos que servirle, andar en sus mandamientos fue el objetivo de la libertad física.
Nuestros jajamim dijeron:“No leas Jarut (Grabada) sino Jerut (Libertad)” haciendo uso de un juego de palabras en el verso de Exodo (Shemot) 32:16.
La palabra hebrea que aparece en Exodo 32:16, y que se ha traducido como “grabada”, es “Jarut”. La palabra hebrea para “libertad” (Jerut) se escribe exactamente igual (recordando que el hebreo antiguo no tenía vocales escritas).
Los rabinos de nuestro pueblo, haciendo uso de una técnica hebrea llamada “Al tikre” o “paranomasia” hacen un juego de palabras entre “Jarut” y “Jerut” (Ver Jeremías 1:11-12 donde YHWH hace un juego de palabras entre la palabra Shaked [Almendro] y Shoked [apresurar])
Haciendo eso ellos sustituyen la palabra “Grabada” por “Libertad” en el verso y entonces lee:“libertad sobre las tablas” para enseñarnos que lo que había en las tablas (lujot) era libertad.
Ya’akov hatzadik nos diría que la Torah es la “Torah de libertad” (Ya’akov [Santiago] 1:25). El salmista nos dice: “Y andaré en libertad porque busque tus mandamientos” (salmo 119:45).
Esa es la razón principal de la cuenta del Omer: Hacer una continuidad ininterrumpida entre la libertad física y la libertad espiritual; esto para no perder de vista, que la libertad de Egipto tenía el propósito de servir a YHWH, obedeciendo su palabra.
“Soy salvo ¿para que necesito la ley?”
Algo similar ocurre con nuestra salvación individual en Yeshua ha Mashiaj. Nuestra salvación no fue el fin del proceso, es el inicio del proceso de redención, Yeshua me hizo salvo para lo mismo por lo que Moshe sacó de Egipto a Israel: Para hacer que yo “sirva a YHWH”.
Shaul de Tarso deja claro que no somos salvos por obras sino por la gracia de Elohim; sin embargo, inmediatamente después, se indica que se espera que nosotros “andemos en buenas obras las cuales YHWH preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:8-10). Así como primero fue la libertad de Egipto y luego la dadiva de la Torah, YHWH espera que los que hemos sido salvos por el cordero de Elohim que quita el pecado del mundo, luego andemos en obediencia a su palabra (Torah)
Esto lastimosamente ha sido olvidado históricamente en la iglesia cristiana. Al mal interpretar ciertos versos de Pablo, Se ha dicho que la Torah no cuenta. Muchas veces, el énfasis en la salvación y la “gran comisión”, ha dado como resultado el olvido de la importancia de las leyes de Elohim (¡Lo que podríamos llamar “la gran omisión”!)
Escuche una vez que en una iglesia, alguien le dijo a un correligionario que debía de dejar una conducta pecaminosa. La respuesta del segundo fue: “No seas legalista”. Las frases “no seas legalista”, “este no entiende la gracia de Dios”, “El que esté libre de pecado tire la primera piedra” han causado daños al cristianismo. Esto ha causado una subjetividad moral, algunas veces, y en otras ha causado que los no judíos, no cumplan óptimamente el rol profético que YHWH espera.
El mensaje de la cuenta del Omer es: Yeshua nos salvó, después de eso cada uno esta supuesto a guardar los mandamientos de la Torah que apliquen a él, no para ser salvos (pues lo somos ya) sino para servir a YHWH.
Con bendición
Yitzjak Bonilla Castellanos