La torah de Moshe no contiene una mitzva explicita que diga: “Tendrás que orar”, sino que es una orden derivada de versos donde se habla del servicio a Adonay; Por ejemplo leemos en la Torah: “Si obedecieres cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a YHWH vuestro Elohim y sirviéndole de todo vuestro corazón”. ¿Cómo se sirve a YHWH? Una respuesta judía es con la tefilah.
La oración es una faceta importante de nuestra vida espiritual. Nadie puede ser espiritual sin orar. Todos los Tzadikim de antaño tenían vidas de oración. El rey David dice: “Tijon t�filati ketoret lefaneja masat kafay minjat ereb” (salmo 141:2), Daniel HaNavi oraba “tres veces al día y daba gracias delante de su Elohim” (Daniel 6:10).
Nuestro maestro llamó al templo: “casa de oración” (mateo 21:13). El mismo invertía mucho tiempo orando delante de YHWH, como está escrito: “Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche estaba ahí solo”.
Múltiples referencias a la oración pueden ser mencionadas en el libro de hechos, los discípulos de Yeshua perseveraban en hacer tefilah, es uno de los ingredientes de su éxito.
Sin oración nuestra vida estará faltante de una relación con Elohim. Tal como un hijo necesita hablar con su padre para hacer fuerte su relación, todo hijo de Elohim necesita orar para apegarse a Elohim.
En la escritura hay tantos ejemplos de oraciones respondidas que podríamos gastar horas y horas estudiando cada caso. Un mandamiento apostólico es: “Orad sin cesar” (1� Tes 5:17). Todo creyente debe tener una vida de oración activa.
Un predicador, cierto día contó la historia de una niña cuyo padre había muerto y cuya madre la había abandonado, esa niña le entregó un papel que decía: “ore a Dios pidiendo que mi madre vuelva”. El predicador no quería hacerlo por lo imposible que parecía pero accedió. Días después otro papel llegaba y decía: “¿Recuerda la niñita que hace poco le pidió que orase por el regreso de su madre? La madre ha vuelto y el viernes estuvo en la reunión con su hija”.
Ya akov HaTzadik dice: “La tefilah eficaz del justo puede mucho” (Ya akov 5:16).
Hay tres razones por las cuales debemos orar sin cesar:
- Para bendecir y adorar a Elohim: Es una mitzva servir a Elohim con todo nuestro corazón y orar ante él sin cesar. Al acercarnos delante de él en adoración contemplamos cuan dependientes somos y cuanto necesitamos de él. ¿Qué es lo menos que podemos hacer sino agradecerle, bendecirle y adorarlo? Por ello se dice en el libro de Tehilim: “Halelu et Adonay Kol Goyim”, todos tenemos una razón para alabarlo. Entre más tiempo invirtamos en la oración, más estamos apegados a él.
- Para escudriñarnos a nosotros mismos y recibir de él: Muchas veces es creído que la oración es una lista de necesidades en donde pedimos a Dios por ella ciertamente es eso, pero es algo muchísimo más que eso. La palabra “palel” como mencionamos significa “juzgar”, de ello es la palabra que se usa en Shemot 21:22 “biflilim”. En la oración YHWH nos enseña a ver nuestro interior, aprendemos meditando grandes verdades y juzgamos mejor las cosas al estar apegados a YHWH. Cuando los Sheliajim de Yeshua iban a tomar la decisión de apóstol oraron primero pidiendo revelación de YHWH.
- Para recibir sus bendiciones y que su voluntad sea hecha en el mundo: “Venga tu reino, hágase tu voluntad, danos hoy nuestro pan de cada día” son extractos de la oración modelo enseñada por nuestro maestro. Todos tenemos algo que pedir, puede oírse egoísta referirse a este aspecto de la oración pero no lo es. YHWH es bondadoso y desea bendecirnos; además debemos orar para que su reino se establezca.
Estas son algunas de las razones por las que la tefilah es tan importante. Nuestro apego y auto-escudriñamiento depende de la tefilah. YHWH no se cansa de oír oraciones. ¿Por qué deberíamos nosotros cansarnos de hacerlas?
Con bendición
Yitzjak Bonilla Castellanos