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Un área de mucha confusión entre muchos creyentes en Yeshua son los festivales del eterno dados a los hijos de Israel, una creencia muy diseminada es que los cristianos de los primeros siglos no guardaban ninguna fiesta judía. Como el cristianismo era la antítesis del judaísmo, los primeros cristianos no tuvieron nada que ver con las fiestas judías.

Sin embargo esto no refleja la verdad histórica pues hay evidencia de observancia de fiestas judías en creyentes de origen gentil de los primeros siglos. Los escritos apostólicos no informan que había temerosos de Dios de entre las naciones guardando el Shabbat junto a los discípulos judíos, además de ello hay evidencia histórica de no judíos que guardaron las festividades.

El primer rastro de creyentes no judíos guardando pesaj y otras festividades nos lo da la llamada controversia de los “cuartodecimanos”. ¿Quiénes eran ellos? Eran cristianos que guardaban la pesaj el día 14 de Nisán juntamente con todo el judaísmo. Una gran controversia estalló y se le conoció por ese nombre

Muchos cristianos guardaban la fiesta ese día como habrían aprendido de los apóstoles y de hombres como Policarpio y Polícrates, obispo de éfeso. Estos cristianos provenían principalmente de Asia Menor. Polícrates decía: “Somos nosotros los que celebramos el verdadero y autentico día sin añadir ni quitar nada, de acuerdo con el evangelio, sin cambiar nada cumplidores de la regla de fe” (Historia Eclesiástica 5:24).

Muchos no judíos celebraban la pesaj juntamente con los discípulos judíos, lastimosamente la práctica de los cuartodecimanos fue puesta como herejía y terminaron por extinguirse en el siglo V.

Podemos encontrar evidencias de la observancia de Yom Kippur en el libro de Hechos, donde Lucas menciona a “El ayuno” (Hechos 27:9-10). “El ayuno” es uno de los nombres de Yom Kippur y como Stökl Ben Ezra acertadamente apunta, Lucas no hubiera usado una referencia de tiempo judía si el mismo y sus lectores (creyentes temeroso de Dios) no estuvieran familiarizados con él.

Stökl Ben Ezra dice: “No puedo dejar de llegar a la conclusión que Lucas mismo y sus lectores implicados observaban Yom Kippur. ¿Por qué usaría Lucas una referencia de calendario judío para un problema secular? él claramente supone que sus lectores entenderán a lo que se está refiriendo” (Stökl Ben Ezra, “Cristianos observando los festivales judíos de otoño”, 62).

Orígenes, escribiendo en contra de esa práctica dice: “De donde también debemos decir algo ahora a aquellos que piensan en virtud de la ley y los mandamientos deben practicar el ayuno de los judíos” (Homilía sobre levítico 12:2).

Claramente si Orígenes tenía algo que decir en contra de ellos era porque había cristianos de su época que creían era necesario guardar Yom Kippur y lo hacían. Como vemos de nuevo, hay fuerte evidencia de prácticas judías en los cristianos del siglo III también.

Pero quizás, la referencia más clara de celebraciones de fiestas judías dentro de los primeros cristianos, la da el peor de los antisemitas de entre los padres de la iglesia: Juan Crisóstomo. El dice:

“Los festivales de los despreciables y miserables judíos están pronto a marchar sobre nosotros, uno después del otro y en rápida sucesión: Las fiestas de las trompetas, la fiesta de los tabernáculos, los ayunos. Hay muchos en nuestras filas que dicen pensar como nosotros y aún así algunos de ellos van a observar los festivales y otros se unirán a los judíos en guardar sus fiestas y observar sus ayunos, yo deseo erradicar esta perversa costumbre de la iglesia ahora mismo” (Adversos Judeos. Homilía 1:5).

Claramente Crisóstomo acepta muy furiosamente el hecho que hay cristianos en el siglo IV uniéndose a los judíos para celebrar sus festividades y observar sus ayunos. A pesar que su intención es reprobar y condenar totalmente esa práctica, el nos provee con excelente información.

Por estas pruebas sabemos que hubo un remanente fiel dentro del cristianismo primitivo previo a Nicea que guardó y retuvo las enseñanzas de los apóstoles. Estas voces anónimas poderosamente hablan de lo que fueron las enseñanzas de sus maestros, los discípulos judíos lo hicieron en condiciones aún más adversas.

Que Hashem bendiga a todo aquel no judío que se une al pueblo en sus festividades con humildad y amor. Amen!

Con bendición
Yitzjak Bonilla Castellanos

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