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Inmediatamente después de Yom Kippur, arribamos a sukot, conocida como “la fiesta de las tiendas” o “la fiesta de los tabernáculos”. Sukot es una de las tres fiestas de peregrinaje y todo varón judío debía ascender a Yerushalaim (Jerusalén) para su celebración como se ordena en Deuteronomio 16: 16 donde está escrito:

“Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de YHWH tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de YHWH con las manos vacías”

También sukot se conoce como “Zeman Simjatenu” que traducido es “La época de nuestro regocijo”. En todas las fiestas la torah nos ordena alegrarnos, pero en sukot tenemos que regocijarnos con una alegría especial como se nos dice: “Siete días celebrarás fiesta solemne a YHWH tu Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido YHWH tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.”(Deuteronomio 16:15)

¿Por qué sukot implica tan grande alegría? La razón más obvia es que viene inmediatamente después de Yom kippur, el regocijo de haber recibido la expiación, purificación y perdón nos embarga y estamos en sobremanera alegres por la renovación con Hashem nuestro Elohim. Una tradición nos dice que Moshe después de haber obtenido expiación por el pecado del becerro de oro, bajo en el día de Yom kippur con las segundas tablas y el pueblo estaba a la expectativa de si Hashem había realmente perdonado al pueblo. Cuando Moshe dio la orden del tabernáculo donde Hashem moraría, el pueblo estuvo muy alegre pues era una muestra absoluta de la reconciliación con El Eterno. La relación entre el perdón y el regocijo de ser perdonados es muy fuerte en sukot.

Sukot tiene muchos nombres y temas como “La fiesta de las luces”, “la fiesta de la dedicación”, “la fiesta de las naciones”, etc. Antes de avanzar a temas derivados del Tanaj y de la tradición judía debemos preguntarnos ¿Cuál fue la razón histórica que Hashem dio para guardar la fiesta de Sukot? En el caso de sukot, el objetivo está claramente especificado en la torah:

“En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, para que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo YHWH vuestro Dios.” (Levítico [Vaikra] 23:42-43)

¿Por qué era tan importante que los descendientes de Israel supieran esto? ¿Qué tiene este hecho de relevante? Podríamos resumir esto en dos palabras: Protección divina. El hecho de sobrevivir 40 años en un desierto morando en cabañas debía de ser un testimonio poderoso de la protección especial que Hashem tiene por los suyos. En un mundo donde la inseguridad esta a la orden del día siempre es importante saber que hay alguien que nos guarda y que “no dormirá ni se adormecerá el que guarda a Israel” (Salmo 121:4)

Al morar en una suka cada descendiente de Israel tenía la oportunidad de reflexionar sobre las grandes bondades y el increíble amor que El Eterno había tenido por su pueblo. En unas moradas provisionales y débiles, sus ancestros habían sobrevivido en el desierto por 40 años. ¡Ciertamente una gran lección espiritual!

En este mundo, donde la cifra de suicidios, depresión y demás trastornos psicológicos quizás estamos más sumidos en la inseguridad y en la zozobra que en generaciones pasadas. Para uno de los mas celebres ateos del siglo pasado: “lo único que nos queda es una absoluta desesperación”. La economía colapsa, la violencia se aumenta, la moral se pervierte cada día más y nos preguntamos cómo podremos sobrevivir en semejante sociedad. Hemos llegado a saber que nuestra vida y nuestro trabajo penden muchas veces de una base muy frágil.

La sukah (cabaña) es el momento para elevarnos por encima de estas dificultades, si hay problemas, pero tenemos al Elohim que soluciona todos los problemas. Hay grandes dificultades pero tenemos a un Elohim lleno de amor que nos ha dicho: “No te dejaré ni te desampararé”. Es iluso pensar que no hay dificultades, el desierto nos rodea y es evidente; sin embargo es más iluso pensar que estamos solos en esto. Hay una mano rica y abierta de nuestro padre que está totalmente pendiente de nosotros, tal como está escrito: “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7).

Cada vez que venimos a la sukah debemos reflexionar en el increíble amor de Hashem, el nos vio cuando únicamente éramos un embrión y nos ha guardado hasta el día de hoy. El es un Elohim todopoderoso y fiel, el es nuestro escudo y nuestra ayuda. En sukot, cuando recordamos a Israel salir de Egipto, con la fidelidad eterna de Hashem guardándolos, sabemos que el mismo que los guardo a ellos nos guarda a nosotros. Grande es su fidelidad y podemos morar confiadamente en él.

La suka nos recuerda lo frágil de nuestra vida, no somos inmortales, no somos blindados, no somos eternos. Simplemente nuestros cuerpos son temporales en esta peregrinación por el mundo. Debemos de depender de El Eterno siempre pues él es nuestra protección, nuestra ayuda, nuestro castillo, nuestro refugio, la fortaleza de nuestra vida y siempre estará con nosotros. Yeshua nos enseño que nuestro padre tiene cuidado de nuestros cuerpos y nuestras vidas y por ello debemos estar confiados:

La suka nos recuerda lo frágil de nuestra vida, no somos inmortales, no somos blindados, no somos eternos. Simplemente nuestros cuerpos son temporales en esta peregrinación por el mundo. Debemos de depender de El Eterno siempre pues él es nuestra protección, nuestra ayuda, nuestro castillo, nuestro refugio, la fortaleza de nuestra vida y siempre estará con nosotros. Yeshua nos enseño que nuestro padre tiene cuidado de nuestros cuerpos y nuestras vidas y por ello debemos estar confiados:

“No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”(Mateo 6:31-33).

Como veremos más adelante, sukot es una sombra y un anticipo de la era mesiánica, el reino de Elohim en la tierra. La mejor oportunidad para poner primeramente el reino de Elohim confiando en que lo demás será añadido, es celebrando sukot, la fiesta de nuestro regocijo donde recordamos la protección de Hashem y anunciamos al mundo que un día Hashem mismo será nuestro tabernáculo.

Con bendición
Isaac Bonilla Castellanos

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