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Muchas veces es enseñado en círculos cristianos, que Yeshua resucitó en el primer día de la semana, para abolir la práctica judía y bíblica del Shabbat (sábado). Se considera que su resurrección en ese día fue una especie de precedente para socavar la importancia del Shabbat. A pesar de que Yeshua nunca dijo algo como: “Amados hermanos, debido a que yo resucité en el primer día de la semana, debéis abolir el Shabbat y lo que dijo Moisés sobre él” el cristianismo, en su mayoría, enseña que deberíamos considerar como si lo hubiera hecho.

Muchos han tratado de atacar la creencia cristiana, atacando la premisa de la resurrección en domingo. En otras palabras, dichas personas consideran que Yeshua no resucitó en domingo sino en Shabbat; lo que sucedió, en su opinión, es que los discípulos se dieron cuenta hasta . Muchas veces se exponen curiosas teorías sobre la frase “tres días y tres noches”haciendo que signifique“72 horas exactas ni menos ni más”.Esto ha sucedido al desconocer la manera judía del computo de días y producto de una lectura superficial de los registros apostólicos (trataremos sobre dicha teoría en otro espacio, pues escapa a los alcances de este estudio).

Dando por hecho que Yeshua resucitó efectivamente el primer día de la semana, la pregunta sigue: ¿fue esto una señal de Dios para terminar con la observancia judía del Shabbat? Veremos que no, por muchas razones.

El Shabbat en la Torah y los profetas.

Muchas veces nuestros amigos cristianos no tienen todo el entendimiento del contexto judío de los registros apostólicos ni de como la Torah y el judaísmo funcionan. Decirle a un judío que el Shabbat, señal ETERNA entre los hijos de Israel y Dios, distintivo inmortal del pueblo judío, norma eterna y día de reposo (para anunciarle al mundo entero la verdadera creencia del monoteísmo), fue abolido porque Yeshua resucitó en domingo, es en el mejor de los casos, cómico.

Dios claramente diseñó el Shabbat para ser el día santificado para su nombre. Es un estatuto perpetuo para los hijos de Israel y para el extranjero que habite dentro de las fronteras de Israel (Shemot [Exodo] 20:8-11, 31:16-17; Devarim [Deuteronomio] 5:12-15). Los profetas, muchas veces reprendieron a Israel por incumplir el Shabbat, siendo el caso más duro el profeta Jeremías. Leemos en su sefer (libro):

“Y diles: Oíd la palabra de YHWH, reyes de Judá, y todo Judá y todos los moradores de Jerusalén que entráis por estas puertas. Así ha dicho YHWH: Guardaos por vuestra vida de llevar carga en el día de reposo (Shabbat), y de meterla por las puertas de Jerusalén. Ni saquéis carga de vuestras casas en el día de reposo, ni hagáis trabajo alguno, sino santificad el día de reposo, como mandé a vuestros padres.”(Yirmiyahu [Jeremías] 17:20-22)

El judío obviamente seguirá la instrucción de Jeremías y la Torah por sobre toda especulación. Decirle al judío que el Shabbat está abolido es completamente un sin sentido para él, decirle al judío que el Mesías vino a abolir el Shabbat, es una incoherencia peor. El Mashiaj esta supuesto a traer al mundo entero al verdadero Dios y hacer que Israel vuelva a los mandamientos de la Torah, ¡No a abandonarlos!

El profeta Ezequiel, hablando del Mesías, dice: “Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra”” (Ezequiel 37:24). De ahí que decirle al judío, que el Mashiaj abolió el Shabbat, es una contradicción de la Torah y los profetas.

Las razones por las que Yeshua y su resurrección no abrogan el Shabbat.

Son muchas las razones que podemos mencionar para declarar que Yeshua no buscó jamás la abrogación del Shabbat. Nos centraremos en las principales, comentando brevemente cada una de ellas:

  1. Yeshua mismo dijo en Mateo 5:17-19 lo siguiente: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota (yud) ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.”. Si Yeshua siempre si, abrogó la Torah, se contradijo con su fuerte aclaración. El mismo dijo que ni lo más mínimo de los mandamientos ordenados en la Torah pasaría (La letra yud es la letra más pequeña del alefbet hebraico). Como Yeshua no pudo contradecirse a sí mismo, el no pudo abrogar el Shabbat.
  2. Sus discípulos JUDIOS siguieron observando el Shabbat y nunca hubo una orden dada a discípulos JUDIOS a no observarlo (hay debate entre si dicha orden existe para discípulos no judíos que no tienen la misma obligación que el judío). Muchas referencias sobre guardar el Shabbat, pueden verse en el libro de los Hechos (Hechos 1:12;Hechos 13:14,42,44; Hechos 16:13; Hechos 17:2)
  3. Los emisarios de nuestro Maestro establecieron claramente que ellos andaban “ordenadamente guardando la Torah” (Hechos 21:24) mientras que no exigían a no judíos las mismas cosas, pues no eran obligantes para ellos, sino que les escribieron que no guardaran “nada de esto; solamente que se abstengan de los sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación” (Hechos 21:25). Es decir, para ellos el Shabbat, el voto de Nazareo, los tzitzit, etc. eran mandamientos validos y vigentes para todo judío.
  4. Pablo dio testimonio que no había hecho nada contra la Torah de los judíos, el pueblo o las costumbres (Hechos 28:17,25:8). Si él hubiera insinuado que el Shabat estaba abolido, estaría mintiendo o siendo hipócrita. Sabemos que no era el caso.
  5. 5. Los profetas dicen que en la era mesiánica, cuando el Mashiaj se manifieste, la Torah será observada como nunca antes. Se reconstruirá el templo en Jerusalén (Ezequiel 40-44), las naciones subirán a celebrar la fiesta de los tabernáculos (Levítico 23:39-43; Zacarías 14:16-18) y “De mes en mes y de Shabbat en Shabbat, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo YHWH” (Isaías 66:23). En la era mesiánica, el tiempo máximo de la restauración y el cumplimiento literal del reino de Dios, todos observaran el Shabbat. ¿Podríamos decir entonces que para Dios esta abolido hoy en día? Absolutamente no.
  6. Finalmente podemos decir algo que poderosamente llama la atención al creyente en Yeshua que lee la Torah. ¿Qué era aquel domingo de resurrección en el calendario festivo judío? ¿Era un domingo cualquiera o uno especial en el año? Aquel domingo era el día conocido en el judaísmo como “Omer Reshit”, dicho día marca el inicio la cuenta regresiva para llegar a Shavuot (Pentecostés) y era el día donde se ofrecía la gavilla como primicias de la siega de cebada (Vaikra [Levítico] 23:9-11). La torah establece que siempre debía de ser “el día siguiente del Shabbat” de la semana de panes sin levadura. ¿Hay alguna relación entre dicho día, único en el año, y la resurrección? ¡Absolutamente! En el día de las primicias de la cebada, Yeshua fue resucitado como primicias de la resurrección. Pablo seguramente tenía esto en mente cuando escribió: “Mas ahora Mashiaj (El Mesías) ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.” (1 Corintios 15:20) Paradójicamente resulta que la resurrección de Yeshua en aquel específico domingo, fue para cumplir una alusión o sombra profética de la Torah y no para abolir la Torah. Dicho acontecimiento en ninguna manera resulta en una abrogación del Shabbat semanal, el cielo lo prohíba.

Conclusión

Hemos visto las razones por las que el Shabbat no fue abolido por la resurrección de Yeshua acontecida en un domingo particular del año. Vimos como el Mesías esta supuesto a restaurar a Israel y hacer que obedezca la Torah, no lo contrario. Cada vez que un cristiano dice en el pulpito un domingo algo como:“estamos reunidos en el día del Señor”, “El Señor nos libró de tener que guardar el sábado pues lo clavó en la cruz” un daño es hecho. Ese daño se ha hecho por más de 1800 años y es nuestro deber procurar ese cambio necesario. Grandes cambios se están dando a nuestro alrededor, muchos cristianos descubren las raíces hebreas de su fe y ahora dan una nueva mirada al Shabbat. Sirva este estudio para hacer que ese cambio pueda intensificarse y acelerar la restauración de todas las cosas.

Con bendición

Yitzjak Bonilla Castellanos.

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